Francisco reconoce el genocidio armenio
"Desde el siglo pasado, nuestra familia humana ha padecido tres tragedias masivas. La primera, conocida ampliamente como 'el primer genocidio del siglo XX', golpeó a vuestro propio pueblo. Las otras dos fueron las cometidas por el nazismo y el estalinismo", sostuvo el Pontífice.
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Libertad Digital.
A LOS 100 AÑOS DE LA MATANZA.
Francisco reconoció el genocidio armenio, a 100 años de la masacre del pueblo de Oriente Próximo por el Imperio Otomano. Lo calificó de "el primer genocidio del siglo XX", en una Misa en la basílica de San Pedro a la que asistió el presidente de Armenia, Serzh Sargsyan.
"Desde el siglo pasado, nuestra familia humana ha padecido tres tragedias masivas. La primera, conocida ampliamente como 'el primer genocidio del siglo XX', golpeó a vuestro propio pueblo. Las otras dos fueron las cometidas por el nazismo y el estalinismo. Y, más recientemente, otros asesinatos en masa, como los de Camboya, Ruanda, Burundi, Bosnia. Sin embargo, parece que la humanidad es incapaz de dejar de derramar sangre inocente", sostuvo el Pontífice, acompañado del patriarca armenio Nerses Bedros XIX Tarmouni, durante una homilía con partes del rito tradicional católico armenio.
El Papa afirmó que "la ocultación o la negación del mal es parecido a dejar que una herida siga sangrando sin vendarla". La declaración del Francisco podría suponer una confrontación con el Gobierno turco, que siempre rechazó categóricamente el uso de la denominación de 'genocidio' para describir las muertes de al menos millón y medio de armenios durante la I Guerra Mundial. Hasta 2014, hasta 22 países, la mayoría de los estados de Estados Unidos y varias organizaciones internacionales, aceptaron el uso de la expresión 'genocidio' para describir la persecución y expulsión de armenios del territorio del antiguo Imperio Otomano. Si bien Turquía reconoce la muerte de armenios durante la I Guerra Mundial, su versión oficial rebaja significativamente la cifra de fallecidos y enmarca el suceso dentro del conflicto internacional, al afirmar que jamás hubo una voluntad de exterminar sistemáticamente a la población armenia.