San Junípero Serra, canonizado por Francisco en Estados Unidos
Días después de que Francisco canonizará a fray Junípero Serra, su tumba fue atacada en el cementerio de la Misión de Cármel, en California. San Junípero Serra es considerado uno de los padres de la patria de los Estados Unidos y único español que se encuentra en la sala de las estatuas del Congreso de Washington.
Junípero Serra fue el fundador del sistema de misiones en California, filósofo y teólogo. Fue responsable en el siglo XVIII de la introducción de la fe católica en el territorio estadounidense con la fundación de las primeras 9 de las 21 misiones en el país. Serra supervisó la fundación de las 9 primeras misiones de la Alta California, en la Provincia de Las Californias en la Nueva España, que posteriormente se extenderían a 21, incluidas las de San Diego de Alcalá, San Carlos Borromeo de Carmelo, San Gabriel Arcángel, San Luis Obispo de Tolosa, San Francisco de Asís y San Juan de Capistrano, germen de las ciudades de San Diego, Los Ángeles, San Francisco y Sacramento.
Miguel José Serra nació el 24 de noviembre de 1713 nació en Petra, Mallorca, España. Creció en un humilde hogar de una familia de campesinos devotos y de ejemplares costumbres. Junípero realizó sus primeros estudios en el convento de San Bernardino, en su ciudad natal. Luego, estudió en el convento de San Francisco y de Jesús en Palma. En 1730, ingresó en la congregación franciscana y recibió el nombre de fray Junípero. Obtuvo el doctorado en Filosofía y Teología en la Universidad Lluliana de Palma de Mallorca. Ocupó la Cátedra de Teología entre 1743 y 1754. En 1749, junto con veinte frailes franciscanos, se va de misionero a al Virreinato de la Nueva España, México. Llegan al Puerto de Veracruz el 7 de diciembre. Mientras sus acompañantes siguen su camino hacia la ciudad de México a lomos de mula, fray Junípero y un acompañante deciden hacer el camino a pie. A raíz de ese viaje contrae una dolencia en una pierna que lo acompañará de por vida y lo obliga a utilizar un bastón. Aunque el primer contacto con indígenas del lugar, adverso y áspero, no fue capaz de romper su vida misionera.
El primer destino de fray Junípero fue Santiago Xalpan, actualmente conocida como Jalpan de Serra, en México, donde donde dedicó 9 años a evangelizar a los indígenas pames de la zona, al tiempo que les enseñaba los rudimentos de la agricultura, de la ganadería de tiro y de labor, así como a hilar y tejer. El siguiente destino debería haber sido el territorio apache. Sin embargo, la muerte del virrey detuvo la salida del grupo misionero hacia aquellas tierras, por lo que el fraile tuvo que esperar en la ciudad de México por varios años antes de recibir su siguiente destino misional. En 1767, Carlos III decretó la expulsión de todos los jesuitas que radicaban en la Nueva España. Dicha orden afectó a los misioneros Jesuitas que atendían la población indígena y europea de las Californias, que fueron sustituidos por 16 misioneros de la orden de los franciscanos encabezados por fray Junípero. La comitiva salió de la ciudad de México el 14 de julio de 1767, embarcó por el puerto de San Blas rumbo a Loreto, en Baja California, hogar de la Misión de Nuestra Señora de Loreto, que es considerada la madre de las misiones de la Alta y Baja California.
En 1768 los frailes se ingresaron en la nave San Carlos hacia Alta California para llevar el Evangelio a los indígenas. Al mismo tiempo, salió Junípero Serra con otro grupo por tierra, con ganado para las nuevas fundaciones. La primera en la Alta California fue San Diego de Alcalá en 1769. A partir de la fundación de San Diego, Junípero crea, en el curso de 15 años, otras 9 misiones. Cuando llegaban a un lugar conveniente, construyen una capilla, unas cabañas para residencia de los frailes y un pequeño fuerte protector contra posibles ataques. Atendían a los indígenas que se aproximaban movidos por la curiosidad y, una vez ganada su confianza, les invitaban a establecerse en las proximidades de la misión. Los frailes evangelizaron a los indígenas y al mismo tiempo les enseñaban las diversas artes ya que ellos no conocían la agricultura ni acostumbraban a vestirse. Aprendieron además de agricultura, la ganadería, albañilería, carpintería, herrería y albañilería. Las mujeres recibían adiestramiento en las labores de cocina, costura y confección de tejidos. Las mayores dificultades que encontró en el desarrollo de su misión, y las que más le hicieron sufrir, fueron las incomprensiones y la falta de ayuda por parte de los gobernadores de California. La acción de los misioneros estaba supeditada al poder civil y militar, por lo que más de una vez los frailes se vieron oprimidos o limitados por los intereses de las autoridades.
Fray Junípero murió en la Misión de San Carlos Borromeo, en Monterrey, California, el 28 de agosto de 1784. Allí están sus restos. San Juan Pablo II lo beatificó el 25 de septiembre de 1988 en Roma, después de visitar su tumba, esa que hace unos días fue profanada junto a otras tumbas del cementerio de la Misión de Cármel, en el que está enterrado el santo, así como el exterior de su basílica. El recinto de la antigua misión de San Carlos Borromeo de Carmelo, conocida ahora como la misión de Carmel, cuenta con agentes de vigilancia nocturna, pero no detectaron el ataque hasta la mañana del 27 de octubre. Debido al ataque vandálico, los responsables de la misión suspendieron una ceremonia que tenían previsto llevar ese día con motivo de la canonización de Serra. En lugar de ello, ayudados por grupos de fieles y voluntarios, dedicaron la jornada a limpiar las tumbas y lápidas dañadas, y a poner de nuevo en pie las estatuas derribadas.
Considerado uno de los padres de la patria de Estados Unidos, San Junípero es el único personaje español que figura en el National Statuary Hall del Congreso de Washington como uno de los nombres ilustres, inmortalizados con un monumento. Cada estado de Estados Unidos exhibe en el Capitolio federal dos estatuas que representan a figuras ilustres del territorio. Las dos de California son la de Serra, que está ahí desde 1931, y otra del ex presidente y ex gobernador del estado, Ronald Reagan. Hace 3 meses, un senador homosexual realizó una campaña que quedó en suspenso por la visita del Papa y santificación de Serra, con la que quería reemplazar la imagen del santo en el Capitolio, por la de una fallecida astronauta lesbiana, pese a que más de 50.000 personas protestaron contra esta medida.
Francisco lo canonizó, durante su segundo día en Estados Unidos, en una Misa al aire libre, en el pórtico de la basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción, el mayor templo católico de toda América del Norte y situado en el campus de la Universidad Católica, en el noreste de Washington, al que asistieron más de 25.000 personas. En esa celebración, la primera canonización de la historia en suelo de la nación norteamericana, el Pontífice afirmó: "Serra tuvo un lema que inspiró sus pasos y plasmó su vida: supo decir, pero especialmente supo vivir diciendo: 'siempre adelante'. Esta fue la forma que Junípero encontró para vivir la alegría del Evangelio, para que no se le anestesiara el corazón". Pese a la controversia que genera su figura en algunas comunidades aborígenes, el Papa cuando lo declaró santo afirmó que San Junípero Serra "aprendió a gestar y a acompañar la vida de Dios en los rostros de los que iba encontrando haciéndolos sus hermanos y buscó defender la dignidad de la comunidad nativa, protegiéndola de cuantos la habían abusado". Ese fue uno de los grandes logros del 'Padre viejo', como lo llamaban cariñosamente los fieles nativos.