A 100 años del genocidio armenio
Francisco reconoció el genocidio armenio, la masacre del Imperio Otomano. Lo calificó de "el primer genocidio del siglo XX", en la conmemoración del centenario de la matanza, en una Misa en la basílica de San Pedro a la que asistió el presidente de Armenia, Serzh Sargsyan.
"Uno de los genocidios más grandes de toda la historia", así definen una gran mayoría de estudiosos e historiadores internacionales a la masacre que exterminó a una inmensa proporción de una reducida población armenia a principios del Siglo XX. El genocidio armenio fue la matanza entre 1915 y 1918 realizada por el Imperio Otomano, gobernada por los turcos musulmanes, que llevaron adelante una política para eliminar su minoría armenia cristiana. El Imperio Otomano y el Estado de Turquía cometieron atrocidades contra el pueblo armenio durante el transcurso de la Primera Guerra Mundial, además de años anteriores y posteriores a ésta. Es por ello, que en conjunto son llamadas el 'Genocidio Armenio'.
'Genocidio' es una forma organizada de matanza de un conjunto de personas con el objetivo explicito de ponerle fin a su existencia colectiva. Fue planeado y administrado centralmente por el Estado de Turquía contra toda la población Armenia del Imperio Otomano, durante la Primera Guerra Mundial entre los años 1915 y 1918. Los turcos acusaron a los armenios cristianos de aliarse con Rusia y se utilizó tal pretexto para perseguir a toda la población armenia como un enemigo dentro de su imperio. El pueblo Armenio fue sujeto a deportaciones, expropiaciones, secuestros, tortura, masacre e inanición. La gran mayoría de la población Armenia fue forzosamente removida desde Armenia y Anatolia a Siria, donde una gran parte de la población fue enviada al desierto para morir de hambre y sed.
La fecha del comienzo del genocidio se conmemora el 24 de abril de 1915, el mismo día en que las autoridades otomanas detuvieron a unos 800 intelectuales armenios que eran líderes de la comunidad de armenios en Estambul. Posteriormente los militares otomanos expulsaron a los armenios de sus hogares y los obligaron a marchar cientos de kilómetros, por el desierto de lo que hoy es Siria, privados de alimentos y agua. Las masacres no respetaron la edad o el sexo de las víctimas, y las violaciones y otros tipos de abusos sexuales eran frecuentes. En 1915, treinta años antes de que la Organización de las Naciones Unidas adoptase la Convención sobre la Prevención y Castigo de los Crímenes de Genocidio, la comunidad internacional condenaba el Genocidio Armenio como un crimen contra la humanidad. Los armenios afirman que hubo 1.500.000 de muertos. El Imperio Otomano fue desmantelado en 1920, dos años después de que se creara un Estado independiente armenio, en mayo de 1918, luego absorbido por la Unión Soviética. El Estado turco moderno fue fundado en 1923 por Mustafa Kemal Atatrk.
"Desde el siglo pasado, nuestra familia humana ha padecido tres tragedias masivas. La primera, conocida ampliamente como 'el primer genocidio del siglo XX', golpeó a vuestro propio pueblo. Las otras dos fueron las cometidas por el nazismo y el estalinismo. Y, más recientemente, otros asesinatos en masa, como los de Camboya, Ruanda, Burundi, Bosnia. Sin embargo, parece que la humanidad es incapaz de dejar de derramar sangre inocente", sostuvo el Pontífice, acompañado del patriarca armenio Nerses Bedros XIX Tarmouni, durante la Misa por el Genocidio Armenio, el pasado 12 de abril. Francisco ratificó la postura que ya dio a conocer cuando era arzobispo de Buenos Aires. Jorge Bergoglio llamó 'genocidio' a esa aniquilación en el libro 'Sobre el Cielo y la Tierra', que escribió en 2010 junto con el rabino Abraham Skorka.
Turquía reconoce la muerte de armenios durante la Primera Guerra Mundial, pero su versión oficial rebaja la cifra de fallecidos a 250.000 y 500.000, enmarcándolos dentro del conflicto internacional, al afirmar que jamás hubo una voluntad de exterminar sistemáticamente a la población armenia. Es por este motivo que dicho país mostró su descontento con Francisco. De hecho, horas después de las palabras del Papa, el gobierno turco convocó al nuncio apostólico en Ankara para expresar formalmente su "contrariedad" y, en señal de protesta, mandó a llamar a su embajador ante la Santa Sede. Recientemente, el Parlamento Europeo alentó a Turquía a reconocer dicha masacre. "Sea cual sea el resultado del voto del Parlamento de la Unión Europea, me entrará por una oreja y me saldrá inmediatamente por la otra porque Turquía no puede reconocer un pecado o un crimen de este tipo", declaró el presidente turco Recep Tayyip Erdogan a la prensa.
Actualmente, el pueblo armenio, originario de Oriente Próximo que habla el idioma armenio, perteneciente a la familia de las lenguas indoeuropeas por su ubicación, cuenta más de 10 millones de personas en todo el mundo. Después del genocidio, el territorio habitado históricamente por los armenios en la Meseta Armenia, se redujo a una pequeña parte de su extensión original, al oriente de la meseta, donde se sitúan hoy en día las repúblicas de Armenia, Alto Karabaj y parte de Georgia y de Azerbaiyán. Muchos sobrevivientes fundaron comunidades conocidas como ‘diáspora armenia’ al huir a Oriente Próximo, Europa Oriental, Francia, Estados Unidos, Argentina y otros países. A 100 años del genocidio sólo 22 naciones, entre ellas Argentina, a través de la Ley 26.199, y desde 1987, por el Parlamento Europeo, reconocen la matanza de este pueblo. Turquía siempre lo negó y continúa con la misma postura.