Prefecto de la Secretaría para la Economía: «Nuestro compromiso debe ser un presupuesto que relaciona los números con la misión de la Santa Sede»
El prefecto de la Secretaría para la Economía, Juan Antonio Guerrero, reiteró que "cada Dicasterio, cada ente, cumple un servicio; y cada servicio tiene un costo", en una entrevista con 'Vatican News' sobre la actual situación financiera de la Ciudad del Vaticano y la Santa Sede, frente a la pandemia. Reiteró que "el Vaticano no está en peligro de default". "Eso no significa que no debamos enfrentar la crisis por lo que es. Ciertamente tenemos por delante años difíciles. La Iglesia cumple su misión con la ayuda de las ofrendas de los fieles. Y no sabemos cuánto podrá donar la gente", enfatizó.
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Vatican News.
"DEBEMOS ENCONTRAR UNA MANERA DE ASEGURAR NUESTRA MISIÓN".
El prefecto de la Secretaría para la Economía, Juan Antonio Guerrero, precisó que el objetivo y compromiso es "un presupuesto de misión; es decir, un presupuesto que relaciona los números con la misión de la Santa Sede", en una entrevista que Andrea Tornielli publicó en 'Vatican News', sobre la actual situación financiera del Estado de la Ciudad del Vaticano y la Santa Sede, frente a la de crisis provocada por la pandemia del COVID-19. "Debemos encontrar una manera de asegurar nuestra misión. Pero también debemos entender lo que es esencial y lo que no lo es. De la misma manera, no todo puede medirse sólo como un déficit, mucho menos como un mero costo, en nuestra economía", aseguró, al reiterar que no tienen como objetivo "obtener beneficios" y que el Vaticano no está riesgo de "default".
Reiteró que "cada Dicasterio, cada ente, cumple un servicio; y cada servicio tiene un costo". "Nuestro compromiso debe ser de máxima sobriedad y claridad", ratificó Guerrero, tras indicar que "los ingresos proceden de las contribuciones y donaciones, de los rendimientos de los inmuebles y, en menor medida, de la gestión financiera y las actividades de las entidades"."Si miro sólo los números y porcentajes, podría decir que los gastos se distribuyen más o menos así: 45% personal, 45% de gastos generales y administrativos y 7,5% de donaciones. O podría decir que el déficit (la diferencia entre ingresos y gastos) en los últimos años ha fluctuado entre 60 y 70 millones. Pero sobre la base de estos números solamente, algunos podrían pensar que el déficit es un agujero resultante de una mala administración. O que financia una burocracia inmóvil. No es así. No tiene nada que ver con eso", aseguró Guerrero. "Detrás de estos números está la misión de la Santa Sede y del Santo Padre, está la plenitud de la vida y el servicio eclesial. No es correcto decir que el déficit es financiado por el Óbolo de San Pedro como si el Óbolo estuviera llenando un agujero. El Óbolo es también una donación de los fieles: financia la misión de la Santa Sede, que incluye la caridad del Papa, y que no tiene suficientes ingresos", ratificó.
Sobre el "presupuesto de la misión", intentó explicar "lo que hay dentro de esos números". "Por ejemplo: comunicar lo que hace el Papa en 36 idiomas, a través de la radio, la televisión, la web, los medios sociales, un periódico, una imprenta, una editorial, la sala de prensa (y así sucesivamente) es una hazaña sin precedentes en el mundo. Tiene un costo, ciertamente. También tiene ingresos. Absorbe alrededor del 15% del presupuesto. Más de 500 personas trabajan allí. Otro 10% del presupuesto va a las nunciaturas. Otro 10% se gasta en las Iglesias Orientales, que a menudo son perseguidas o en la diáspora. Otro 8,5% se gasta en las Iglesias más pobres, en las misiones, a través de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Luego está la tutela de la unidad de la doctrina, están las causas de los Santos. Está la preservación de un patrimonio de la humanidad como la Biblioteca Vaticana y los Archivos. Está el mantenimiento necesario de los edificios: otro diez por ciento. Están los impuestos italianos, que pagamos: alrededor del 6% del presupuesto, es decir, 17 millones. Y así sucesivamente", detalló. Además, sostuvo en este contexto por la pandemia "en cualquier caso, si no hay ingresos extraordinarios, es evidente que habrá un aumento del déficit". Frente a ello, reiteró que "el Vaticano no está en peligro de default". "Eso no significa que no debamos enfrentar la crisis por lo que es. Ciertamente tenemos por delante años difíciles. La Iglesia cumple su misión con la ayuda de las ofrendas de los fieles. Y no sabemos cuánto podrá donar la gente", enfatizó.