Francisco: «La oración es el aliento de la fe, es como un grito que sale del corazón de los que creen y se confían a Dios»

El Pontífice reflexionó que "un ejemplo de lo que es la oración lo encontramos en el Evangelio" con Bartimeo, un ciego que pedía limosna sentado a la orilla del camino y que conmovió el corazón de Jesús. "La oración nace de la fe, brota de nuestro ser criaturas frágiles y necesitadas, de la continua sed de Dios que todos tenemos. Bartimeo nos enseña cómo orar: con humildad y perseverancia, confiando en el Señor y abandonándonos totalmente a su misericordia", aseguró. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Santa Sede.

EN UN NUEVO CICLO DE CATEQUESIS DEDIDADO A LA ORACIÓN.

Francisco afirmó que "la oración es el aliento de la fe, es su expresión más adecuada" y que es "como un grito que sale del corazón de los que creen y se confían a Dios", en el nuevo ciclo de catequesis dedicado a la oración, en la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano, el miércoles 6 de mayo. 

El Papa indicó que "un ejemplo de lo que es la oración lo encontramos en el Evangelio" con Bartimeo, un ciego que pedía limosna sentado a la orilla del camino. "Cuando oyó que Jesús estaba pasando por allí, no dudó en gritar pidiéndole que se compadeciera de él", sostuvo, al reflexionar que "Bartimeo, descartado, menospreciado por los demás, hizo una profesión de fe, reconoció a Jesús como el Mesías" y que "su ruego conmovió el corazón del Señor, que lo llamó y le preguntó cuál era su deseo". 

"Jesús, que vio la grandeza de la fe de Bartimeo, le abrió las puertas de su misericordia y de su omnipotencia, atendió su plegaria y le concedió lo que le pedía: la vista", aseguró el obispo de Roma. "Este pasaje evangélico nos ayuda a comprender que la oración nace de la fe, brota de nuestro ser criaturas frágiles y necesitadas, de la continua sed de Dios que todos tenemos. Bartimeo nos enseña cómo orar: con humildad y perseverancia, confiando en el Señor y abandonándonos totalmente a su misericordia", aseguró.