Obispo D’Annibale exhortó a «ser signos del resucitado» en el último mensaje que dejó para Pascua

La Diócesis de San Martín compartió con los fieles la reflexión que dejó preparado el obispo Miguel Ángel D'Annibale, con ocasión de la Pascua, antes de que comenzaran las complicaciones en su salud. El prelado estuvo internado con un delicado estado en el Cemic, donde le realizaban un tratamiento por una leucemia mieloide aguda M4. "Nosotros seguimos viendo signos y creyendo que Jesús está vivo. No lo vimos con nuestros ojos, sin embargo creemos que vive, que está, que nos ama y que lo amamos, que nos llama para que lo sigamos y lo seguimos, que renovamos en cada Pascua este encuentro con Jesús vivo y resucitado, Señor de la historia al cual amamos y servimos", reflexionó D'Annibale en su último mensaje. 

Fuente: AICA.

EL PRELADO FALLECIÓ EL 14 DE ABRIL A LOS 61 AÑOS.

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La Diócesis de San Martín compartió con los fieles la reflexión que dejó preparado el obispo Miguel Ángel D'Annibale, que falleció el martes 14 de abril, con ocasión de la Pascua, antes de que comenzaran las complicaciones en su salud. El prelado estuvo internado con un delicado estado en el Cemic, donde le realizaban un tratamiento por una leucemia mieloide aguda M4. La comunidad diocesana y la Iglesia en Argentina lamentaron su fallecimiento. En la Conferencia Episcopal Argentina, D'Annibale fue miembro de la Comisión Permanente y presidente de la Comisión de Liturgia. El 21 de febrero de 2013, Benedicto XVI lo nombro obispo de Río Gallegos. En junio de 2018, Francisco lo designó obispo de San Martín, donde comenzó su ministerio pastoral como quinto obispo el 1 de septiembre de 2018. "En el Evangelio del domingo de Pascua no aparece Jesús. Es el Evangelio de Juan, que la verdad es un relato maravilloso, donde Juan cuenta que María Magdalena viene y dice que Jesús está resucitado, y que Pedro y Juan salen corriendo al sepulcro a ver qué pasó. Y dicen que Juan llega primero pero no entra, deja que llegue Pedro, lo deja entrar, él entra después y termina diciendo: 'Él también vio y creyó'. A Jesús no lo vio, ve un sepulcro vacío, y ve signos, el sudario, las mortajas, y cree. ¿Qué cree? Que Jesús está vivo, que Jesús ya no está ahí. Vio signos. Esta es la clave, en estas dos palabras está la clave de la Pascua", reflexionó, al indicar que "nosotros seguimos viendo signos y creyendo que Jesús está vivo". Precisó que "no lo vimos con nuestros ojos, sin embargo creemos que vive, que está, que nos ama y que lo amamos, que nos llama para que lo sigamos y lo seguimos, que renovamos en cada Pascua este encuentro con Jesús vivo y resucitado, Señor de la historia al cual amamos y servimos". 

Aseguró que "este Evangelio es una maravilla porque Juan le dice a todas las generaciones que a través de los signos seguimos encontrando el Cristo vivo. Luz, Palabra, agua y Eucaristía, signos que hasta el fin de los tiempos harán siempre presente a Cristo Vivo, que es la luz, que es la Palabra, que es el agua, que es la Eucaristía. Pero el quinto signo, hermanos, somos nosotros. Es la Iglesia, es el pueblo creyente, ese es un signo vivo: el santo pueblo de Dios. Por eso estamos invitados a ser signo vivo del resucitado. Cada uno de nosotros tiene que ser Pascua para nuestros hermanos, este es el desafío tan lindo de ser cristianos hoy. Cada uno que se encuentre conmigo en el transcurso de esta vida, se tiene que encontrar con un hombre lleno de luz, lleno de vida, con una palabra que aliente, con unas manos tendidas, con un pan que pueda servir y amar", sostuvo D'Annibale, en su último mensaje.