Obispo Melitón Chávez reflexiona que «nadie puede salvarse solo, porque somos un solo cuerpo» frente a la crisis por el coronavirus

El obispo de Concepción, José Melitón Chávez, reiteró que "Dios está al lado de la gente que sufre, de los enfermos", tras sostener que la solidaridad es clave en este momento. Explicó que elaboraron "una serie de normas urgidas por la situación para resguardar a la gente y a los sacerdotes", pero cuesta. "En el plano económico esta pandemia afecta a todo el mundo. Pensemos en los más débiles. Hay mucha gente que vive al día. Ayer un señor que cuida autos me decía que ahora no tenía el pan para llevar a su casa. Creo que hay que salir al encuentro de esa economía precaria, del trabajo informal, que es parte de nuestro cuerpo social", lamentó.

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.

EN 2018, PADECIÓ UNA NEUMONÍA QUE SE COMPLICÓ POR UNA GRIPE A.

Vientos Tucumanos Noticias.

El obispo de Concepción, José Melitón Chávez, consideró que "nadie puede salvarse solo, como sociedad somos un solo cuerpo", tras sostener que la solidaridad es clave para enfrentar la pandemia del coronavirus, en contacto telefónico con el diario 'La Gaceta' para una nota de Magena Valentié. El prelado, que recientemente sucedió a Jóse María Rossi al frente de la jurisdicción eclesiástica, contrajo una neumonía, complicada por una gripe A, que en ese entonces lo dejó en coma en terapia intensiva, en 2018.

"Como dice la teología de San Pablo al referirse a la Iglesia: el cuerpo es uno y por muchas que sean sus partes, todas forman un solo cuerpo. Si un miembro sufre, todos sufren con él. Esto que nos dice el sentido común es el dato central de la fe cristiana. Dios está al lado de la gente que sufre, de los enfermos. No es un Dios de los fuertes, sino de los débiles", reiteró Melitón, al precisar que viven este tiempo "con muchas prevenciones y responsabilidad, buscando la distancia, aunque a nosotros los del interior nos cuesta bastante". Explicó que elaboraron "una serie de normas urgidas por la situación para resguardar a la gente y a los sacerdotes". "Pero nos cuesta porque uno está acostumbrado al trato cercano con la gente, más en los ambientes rurales. Aquí la gente te abraza, te besa y cuesta poner distancia", indicó. 

Sostuvo que esta circunstancia que se vivencia con el cierre de templos "nos invita a concentrarnos en lo esencial". "En lo esencial de lo esencial. A ir a lo más profundo. A pensar que Dios está con nosotros y no se aleja. A vivir más en la oración. A usar los recursos tecnológicos para escuchar la Misa", enfatizó. "En el plano económico esta pandemia afecta a todo el mundo. Pensemos en los más débiles. Hay mucha gente que vive al día. Ayer un señor que cuida autos me decía que ahora no tenía el pan para llevar a su casa. Creo que hay que salir al encuentro de esa economía precaria, del trabajo informal, que es parte de nuestro cuerpo social", reflexionó.