Cardenal Brenes reitera a los sacerdotes la misión de anunciar el Evangelio por el mundo «para llevar a los hombres a Dios, que le conozcan y le amen»
El arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, destacó la ayuda que los fieles le brindaron a los nuevos sacerdotes para "fortalecer y consolidar el llamado" del Señor, en la ordenación de 10 nuevos sacerdotes. Pidió que continúen con oraciones por ellos y que los corrijan "con cariño" cuando no están actuando bien. "No los apañen, nos ayuda a ser buenos sacerdotes al servicio de ustedes", precisó. Brenes exhortó a los presbíteros en Cuaresma a reflexionar sobre los frutos de la oración en la vida del consagrado y aconsejó rezar el Rosario.
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.
"LA VOCACIÓN AL SACERDOCIO ES UNA GRACIA".
Prensa CELAM.
El cardenal y arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, reiteró a los presbíteros la misión de anunciar el Evangelio por el mundo "para llevar a los hombres a Dios, que le conozcan y le amen intensamente" e indicó que "el envío de la misión no es capricho del obispo" sino un llamado que nace en la oración y que, como los apóstoles, los lleva "a donde Él quiere llegar", durante la ordenación de 10 nuevos sacerdotes, donde destacó a la familia como origen del llamado a la vocación.
Agradeció la ayuda que los fieles le brindaron a los nuevos sacerdotes para "fortalecer y consolidar el llamado" del Señor. Pidió que continúen con oraciones por ellos y que los corrijan "con cariño" cuando no están actuando bien. "No los apañen, nos ayuda a ser buenos sacerdotes al servicio de ustedes", precisó, al asegurar que "la vocación al sacerdocio es una gracia". "No somos un club, no somos una ONG, sino parte de una fraternidad sacerdotal unida por el sacramento", afirmó.
"Hay que evitar las habladurías, los chismes, las calumnias, los cuentos que rompen la comunión dentro de un presbiterio", alertó. Brenes exhortó a los presbíteros en este tiempo de Cuaresma a reflexionar sobre los frutos de la oración en la vida del consagrado y aconsejó rezar el Rosario "en este año especial de gracia del Jubileo Mariano"; recordó la necesidad de practicar el ayuno; y imploró realizar obras de misericordia.