Iglesia ortodoxa serbia no administrará ningún sacramento a quienes votaron a favor de expropiar bienes religiosos en Montenegro

La Iglesia ortodoxa serbia ordenó a sus ministros que no les administren los sacramentos a los miembros del Gobierno y hasta al presidente de Montenegro, Milo Djukanovic, y a los diputados que votaron a favor de la norma que prevé "nacionalizar" los bienes religiosos, tras la 'Ley de Libertad Religiosa' aprobada por el Parlamento de Podgorica, a finales de diciembre. "Ordenamos a nuestro clero amante de Dios, según las palabras de San Pedro de Cetinje, que no les administren sacramentos ni ritos hasta que no muestren arrepentimiento", aseveró. 

Fuente: Valores Religiosos.

NI AL PRESIDENTE, NI TAMPOCO A LOS DIPUTADOS.

La Iglesia ortodoxa serbia ordenó a sus ministros que no les administren los sacramentos a los miembros del Gobierno y hasta al presidente de Montenegro, Milo Djukanovic, y a los diputados que votaron a favor de la norma que prevé "nacionalizar" los bienes religiosos en ese país, tras la 'Ley de Libertad Religiosa' aprobada por el Parlamento de Podgorica, a finales de diciembre. que generó diversas protestas que ocurren desde entonces dos veces por semana. 

"Ordenamos a nuestro clero amante de Dios, según las palabras de San Pedro de Cetinje, que no les administren sacramentos ni ritos hasta que no muestren arrepentimiento", aseveró el texto distribuido internamente a sus ministros por los ortodoxos serbios, los únicos reconocidos en la región, precisó 'Valores Religiosos'. Frente a ello, el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, anunció una "visita privada" a los serbios montenegrinos con motivo de la Navidad ortodoxa. 

Actualmente, las protestas multitudinarias en la capital montenegrina entre tanto continúan y se extienden hasta Moscú. En una muestra de apoyo a sus aliados serbios, el Kremlin, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, emitió una nota en la que mostró su preocupación por la 'Ley sobre Libertad Religiosa' de Montenegro, que calificó de "muestra de la creciente presión administrativa a la Iglesia ortodoxa serbia con el fin de expulsarla completamente" de ese país.