Cardenal Müller: «El veneno que paraliza a la Iglesia es la opinión según la cual debemos adaptarnos al espíritu de la época para reinterpretar la doctrina»

El prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Gerhard Müller, advirtió que "no podemos escapar del veneno mortal de la serpiente si nos hacemos amigos de ella, sino solo si prudentemente mantenemos nuestra distancia y tenemos el antídoto listo a la mano" y aseveró que "el antídoto contra la secularización de la Iglesia es la verdad del Evangelio y vivir la fe en el Hijo de Dios". "La crisis en la Iglesia la hizo el hombre y surgió porque nos hemos adaptado cómodamente al espíritu de la vida sin Dios", aseveró Müller. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.

"Y RELATIVIZAR LOS MANDAMIENTOS".

El cardenal y prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Gerhard Müller, aseveró que "el veneno que paraliza a la Iglesia es la opinión según la cual debemos adaptarnos al Zeitgeist, el espíritu de la época, para relativizar los mandamientos de Dios y reinterpretar la doctrina de la fe", al presidir la Misa de la solemnidad de María Madre de Dios, el miércoles 1 de enero, en un encuentro de jóvenes líderes católicos de la Fraternidad de Estudiantes Católicos Universitarios (FOCUS), en la ciudad de Phoenix, estado de Arizona. 

"No podemos escapar del veneno mortal de la serpiente si nos hacemos amigos de ella, sino solo si prudentemente mantenemos nuestra distancia y tenemos el antídoto listo a la mano. El antídoto contra la secularización de la Iglesia es la verdad del Evangelio y vivir la fe en el Hijo de Dios que me ha amado y se ha entregado por mí", afirmó Müller, quien denunció que muchos "no consideran que la fe revelada sea verdad, pero les gustaría usarla como material para construir su nueva religión de unidad mundial; para ser admitida a esta meta-religión internacional, el precio que la Iglesia tendría que pagar es renunciar a su defensa de la verdad". 

Lamentó que algunos deseen "un catolicismo sin dogmas, sin sacramentos y sin un magisterio infalible". "Jesús no puede ser superado por el cambio de épocas porque la eternidad de Dios engloba todas las eras de la historia y la biografía de cada persona humana. Hoy en día, la frase mágica del tentador es 'necesaria modernización'", denunció. "La crisis en la Iglesia la hizo el hombre y surgió porque nos hemos adaptado cómodamente al espíritu de la vida sin Dios. La Iglesia camina con los tiempos en los cambios sociales. La fe y la razón son compatibles. La Iglesia sabe que estamos perdidos sin el Evangelio de Cristo", ratificó.