China condena a 9 años de cárcel a pastor cristiano por supuesta «subversión» e imprimir y distribuir libros religiosos

El Corte popular intermedia de Chengdu condenó al fundador de la Iglesia de la Primera Lluvia de la Alianza, Wang Yi, a 9 años de cárcel por supuesta "incitación a la subversión contra el poder del Estado" por oponerse al llamado "culto al César" del gobierno de China, después que las asociaciones patrióticas los obligaron a colocar -hasta en los altares- la foto del presidente, y por "comercio ilegal", es decir, por imprimir y distribuir libros religiosos sobre el cristianismo. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Asia News.

TRAS CASI UN AÑO EN PRISIÓN PREVENTIVA.

Evangélico Digital.

El Corte popular intermedia de Chengdu condenó al pastor y fundador de la Iglesia de la Primera Lluvia de la Alianza, Wang Yi, a 9 años de cárcel por supuesta "incitación a la subversión contra el poder del Estado" por oponerse al llamado "culto al César" que impone el gobierno de China y por "comercio ilegal", es decir, por imprimir y distribuir libros religiosos sobre el cristianismo, el lunes 30 de diciembre. Había denunciado que las nuevas normativas sobre las actividades religiosas son un intrumento para sofocar la libertad religiosa en el país. 

El pastor, que estuvo casi un año con prisión preventiva tras ser arrestado en diciembre de 2018 junto a otros 100 miembros, tiene prohibido ejercer sus derechos políticos por 3 años y además le serán confiscados sus bienes, que rondan cerca de 6.300 euros. Tuvo condena por "subversión" por sus acciones, dado que es un ex activista democrático de la época de la masacre de Tiananmen, luego convertido al cristianismo y devenido pastor, que muchos consideran como el líder "más valiente" de China, que se encuentra bajo el régimen comunista de Xi Jinping.

Wang arremetió contra el "culto del César", después que las asociaciones patrióticas los obligaron a colocar -hasta en los altares- la foto del presidente. "La persecución de los cristianos está empujando a muchos chinos a perder la confianza en su futuro, llevándolos a un desierto de desilusión espiritual a través del cual llegan a conocer a Jesús. La persecución de los cristianos es el mal más diabólico y atroz de la sociedad china. No sólo es un pecado contra los cristianos, sino que también contra los que no son cristianos. El gobierno los amenaza de una forma brutal, impidiéndoles acercarse a Jesús. Y no hay peor maldad en el mundo que esta", aseveró, en una carta difundida en su detención.