Cardenal de Holanda: «Un sacerdote debe decir claramente a quienes optan por el suicidio asistido o la eutanasia voluntaria que es un pecado grave»
El arzobispo de Utrecht, Willelm Eijk, aseguró que "por la misma razón, un sacerdote no puede estar presente cuando se realiza la eutanasia voluntaria o el suicidio asistido". El prelado aseveró que si el presbítero está presente en tal acción podría implicar este "no tiene problemas con la decisión o incluso que estos actos moralmente ilícitos no son tales en algunas circunstancias según las enseñanzas de la Iglesia".
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.
"AMBOS ACTOS VIOLAN EL VALOR INTRÍNSECO DE LA VIDA HUMANA".
El cardenal holandés y arzobispo de Utrecht, Willelm Eijk, afirmó que "un sacerdote debe decir claramente a quienes optan por el suicidio asistido o la eutanasia -voluntaria- que ambos actos violan el valor intrínseco de la vida humana, eso es un pecado grave", y que "por la misma razón, un sacerdote no puede estar presente cuando se realiza la eutanasia voluntaria o el suicidio asistido". El prelado, que era doctor en medicina antes de encontrar su vocación, dedicó la disertación de su doctorado, a mediados de 1980, a las leyes de eutanasia.
Eijk indicó que si el presbítero está presente en tal acción podría implicar este "no tiene problemas con la decisión o incluso que estos actos moralmente ilícitos no son tales en algunas circunstancias según las enseñanzas de la Iglesia". Sobre el tema de un eventual funeral, afirmó que "si un paciente le pide al sacerdote que le administre los sacramentos y planea un funeral antes de que el médico termine su vida a petición suya o se suicida, el sacerdote no puede hacerlo". Precisó que un sacerdote puede celebrar el funeral de una persona que murió por suicidio asistido o eutanasia voluntaria solo en algunas circunstancias, aunque siempre el suicidio es ilícito.
Indicó que "no es lícito sacrificar la vida humana para poner fin al dolor" y que los cuidados paliativos son una respuesta positiva. "Hay muchos grupos cristianos o religiosos que los brindan en centros especializados", ratificó, al pedir que para combatir la tendencia proeutanasia de Occidente, la Iglesia "debe hacer algo contra la soledad". "La Iglesia anuncia una espiritualidad cristiana y una fe vivida. Esto implica que también puedes unirte al Cristo sufriente y soportar el dolor con él. Entonces, nunca estamos solos", aseguró.