Francisco: «Hoy, en el mundo, muchos cristianos son perseguidos y dan la vida por su fe»

El Pontífice aseguró que "el martirio es el aire de la vida de un cristiano, de una comunidad cristiana", durante la Audiencia General en el Aula Pablo VI del Vaticano, tras explicar que a un grupo de peregrinos ucranianos de la eparquía de Mukachevo, de rito bizantino, por el 30 aniversario de la salida de la clandestinidad de esta comunidad tras la caída de régimen comunista. "Siempre habrá mártires entre nosotros, y esa es la señal de que estamos en el camino de Jesús", afirmó el Papa.   

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.

"O SON PERSEGUIDOS CON EL GUANTE BLANCO: DEJADOS DE LADO, MARGINADOS".

Francisco afirmó que "hoy en el mundo, en Europa, muchos cristianos son perseguidos y dan la vida por su fe" o "son perseguidos con guante blanco: son dejados de lado, marginados", durante la Audiencia General en el Aula Pablo VI del Vaticano, el miércoles 11 de diciembre, tras explicar que a un grupo de peregrinos ucranianos de la eparquía de Mukachevo, de rito bizantino, por el 30 aniversario de la salida de la clandestinidad de esta comunidad tras la caída de régimen comunista.

"¡Cómo fue perseguida esta gente! ¡Cuánto sufrió por el Evangelio! Pero nunca negociaron la fe. Son un ejemplo", aseguró, al indicar que "el martirio es el aire de la vida de un cristiano, de una comunidad cristiana". "Siempre habrá mártires entre nosotros, y esa es la señal de que estamos en el camino de Jesús. Es una bendición del Señor que haya en el pueblo de Dios alguno o alguna que de este testimonio del martirio", indicó. El Papa recibió a fieles ucranianos en la Basílica de San Pedro, donde precisó que la Iglesia en Mukachevo "es madre de muchos mártires, que con su propia sangre confirmaron su fidelidad a Cristo, a la Iglesia Católica y al obispo de Roma". 

Destacó la labor de aquellos que, bajo la represión, supieron conservar y transmitir la fe. "Abuelos y abuelas, padres y madres, que en la intimidad de sus hogares, y a menudo bajo la atenta mirada del régimen hostil, arriesgando su libertad y su vida, transmitieron la enseñanza de la verdad de Cristo y ofrecieron a las generaciones futuras, de las que son representantes, un testimonio elocuente de fe firme, de fe viva, de fe católica", ratificó el Pontífice.