Cardenal Poli: «La Virgen María como siempre nos convoca a ser generosos, solidarios, nobles de corazón y humildes, como ella»

El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, reflexionó que "Dios nunca abandonó su proyecto de amor para con todos nosotros y, por eso, eligió a María para que tuviéramos el privilegio de que concibiera a Jesús". "Hay tanto que nos enseña María: que Jesús siempre nos está esperando. Es cuestión de llamar, de acudir a Él, que nos sabe esperar, aún con las distancias que podamos trazar, Jesús es el amor que está a nuestra espera con sus brazos abiertos para que confiemos en Él nuestros dolores", afirmó el prelado.  

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.

EN EL COMIENZO DEL AÑO MARIANO NACIONAL.

El cardenal y arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, afirmó que "la Virgen María como siempre nos convoca a ser generosos, solidarios, nobles de corazón y humildes, como ella", en la Misa que presidió en la parroquia Inmaculada Concepción del barrio porteño de San Telmo, donde abrió formalmente el Año Mariano Nacional (AMN) en esta jurisdicción eclesiástica primada, el domingo 8 de diciembre. El Año jubilar se extenderá hasta el 8 de diciembre de 2020. 

"¡Feliz día de la Inmaculada Concepción, de nuestra Madre cuyo seno se convirtió en un sagrario, prestando su cuerpo donde Jesús se encarnó para la salvación de toda la humanidad!", precisó. "Dios nunca abandonó su proyecto de amor para con todos nosotros y, por eso, eligió a María para que tuviéramos el privilegio de que concibiera a Jesús. Así, con María empezó una historia de luz, de paz, de bien, al darnos a su Hijo, nos llama a a abrir nuestros brazos a nuestros hermanos, especialmente a los más necesitados, tanto de bienes materiales como espirituales y a llenar nuestros corazones de amor profundo", reflexionó el prelado. 

Poli explicó que "se trata de imitar la conducta de Jesús, tal cual lo dijo María como cita el evangelio de Lucas al referirse a las bodas de Caná, cuando afirmó: 'Hagan lo que Él les diga'". "Y hay tanto que nos enseña María: que Jesús siempre nos está esperando, ya que a todos nos pasó que estuvimos poco o mucho tiempo alejados de Él. Sin embargo, Pablo VI nos ilustró que Jesús es la puerta. Es cuestión de llamar, de acudir a Él, que nos sabe esperar, aún con las distancias que podamos trazar, Jesús es el amor que está a nuestra espera con sus brazos abiertos para que confiemos en Él nuestros dolores", sostuvo.