Francisco exhorta a que nuestra vida sea «un sí a Dios, un sí hecho de adoración a Él y de gestos cotidianos de amor y de servicio»

El Pontífice indicó que esta festividad se sitúa en el contexto del Adviento "tiempo de espera", puesto que "Dios cumplirá lo que prometió", y que se anuncia algo "que ya se cumplió, en la persona y en la vida de la Virgen María". Afirmó que ella no establece "obstáculos en el camino del Señor, sino que con prontitud confía y deja espacio para la acción del Espíritu Santo" sino que inmediatamente se pone "a disposición de Dios todo su ser y su historia personal, para que se plasmen y se cumplan la Palabra y la voluntad de Dios". 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.

EN LA FIESTA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN.

Francisco exhortó a que la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María "nos ayude a hacer de nuestra vida un 'sí' a Dios, un 'sí' hecho de adoración a Él y de gestos cotidianos de amor y de servicio", su reflexión habitual previa al rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el domingo 8 de diciembre. 

El Papa indicó que esta festividad se sitúa en el contexto del Adviento "tiempo de espera", puesto que "Dios cumplirá lo que prometió", y que se anuncia algo "que ya se cumplió, en la persona y en la vida de la Virgen María". "Su Inmaculada Concepción nos lleva a ese preciso momento en el que la vida de María comenzó a palpitar en el seno de su madre: ya ahí estaba presente el amor santificante de Dios, preservándola del contagio del mal que es la herencia común de la familia humana", reflexionó.

Al comentar la Anunciación del Arcángel Gabriel a la Virgen María, reiteró que "Dios la pensó y quiso siempre, en su plan inescrutable, como una criatura llena de gracia, es decir, llena de su amor". "La Virgen María no se pierde en tantos razonamientos, no pone obstáculos en el camino del Señor, sino que con prontitud confía y deja espacio para la acción del Espíritu Santo. Pone inmediatamente a disposición de Dios todo su ser y su historia personal, para que se plasmen y se cumplan la Palabra y la voluntad de Dios", afirmó el obispo de Roma.