Francisco exhorta a los matrimonios cristianos a que «sepan abrir las puertas de sus corazones a Cristo y a los hermanos»

El Pontífice pidió a los matrimonios que "transformen sus casas en iglesias domésticas donde vivir la comunión y ofrecer el culto de la vida vivida con fe, esperanza y caridad". Reflexionó que los discípulos Áquila y Priscila -que recibieron a San Pablo en Corinto- emergen "como modelos de una vida conyugal responsablemente comprometida con el servicio a toda la comunidad cristiana y nos recuerdan que gracias a la fe y al compromiso en la evangelización de muchos laicos como ellos, el cristianismo a llegado hasta nosotros". 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.

DURANTE LA AUDIENCIA GENERAL DE LOS MIÉRCOLES.

Francisco pidió a los matrimonios cristianos que sigan el ejemplo de los discípulos Áquila y Priscila -que recibieron a San Pablo en Corinto, donde llegó el Apóstol tras su estancia en Atenas- y que "sepan abrir las puertas de sus corazones a Cristo y a los hermanos, y que transformen sus casas en iglesias domésticas donde vivir la comunión y ofrecer el culto de la vida vivida con fe, esperanza y caridad", durante la audiencia general en la Plaza de San Pedro, el miércoles 13 de noviembre.

El Papa reflexionó que Áquila y Priscila "demostraron tener un corazón lleno de la fe de Dios y generoso hacia los demás, capaz de hacer espacio a quien experimenta la condición de forastero". "Esta sensibilidad les lleva a salir de sí mismos para practicar el arte cristiana de la hospitalidad, y abrir las puertas de su casa para acoger al apóstol Pablo. Así, no sólo acogen al evangelizador, sino también el anuncio que lleva consigo: el Evangelio de Cristo. La casa de Áquila y Priscila en Corintio abre las puertas no sólo al Apóstol, sino también a los hermanos y hermanas en Cristo", precisó. 

"Pablo, de hecho, puede hablar de la comunidad que se reúne en su casa, la cual se convierte en una 'domus ecclesiae', un lugar de escucha de la Palabra de Dios y de celebración de la Eucaristía", indicó, al sostener que Áquila y Priscila emergen "como modelos de una vida conyugal responsablemente comprometida con el servicio a toda la comunidad cristiana y nos recuerdan que gracias a la fe y al compromiso en la evangelización de muchos laicos como ellos, el cristianismo a llegado hasta nosotros".