Saquean y profanan una histórica parroquia de Santiago de Chile

Un grupo de manifestantes violentos saquearon y profanaron la histórica Parroquia de La Asunción, que se encuentra a pocas cuadras de la Plaza Italia en Santiago de Chile, donde se realizaba una protesta contra el gobierno de Sebastián Piñera. "Nos duelen el maltrato a las personas, los constantes saqueos y la violencia, venga de donde venga; nos causa dolor el ataque a templos y lugares de oración sin ningún respeto por Dios y ni por quienes creemos en Él", indicó el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Agencias.

ARMAN BARRICADAS CON BANCOS E IMÁGENES Y PRENDEN FUEGO.

Reuters.

Un grupo de encapuchados saqueó y profanó la histórica Parroquia de La Asunción, que se encuentra a pocas cuadras de la Plaza Italia en Santiago de Chile, donde se realizaba una nueva protesta contra el gobierno de Sebastián Piñera, durante la tarde del viernes 8 de noviembre. Además de atacar la iglesia de La Asunción, los mismos desconocidos prendieron fuego a la sede de la Universidad Pedro de Valdivia. 

Los manifestantes violentos ingresaron al templo, construido en 1876, para robar bancos, un confesionario e imágenes religiosas y utilizarlas como barricada -obstáculo que se levanta en la calle con objetos para impedir el paso-, y les prendieron fuego, precisó '24Horas.cl'. El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) indicó su solidaridad "con el administrador apostólico Celestino Aós y con todos los fieles de la Arquidiócesis de Santiago con motivo del saqueo y la profanación de la parroquia de La Asunción de María", en un comunicado, el sábado 9 de noviembre. 

"Lo mismo con las comunidades y pastores de otros templos y recintos de diversos cultos que han sido atacados en distintas ciudades. Nos duelen el maltrato a las personas, los constantes saqueos y la violencia, venga de donde venga; nos causa dolor el ataque a templos y lugares de oración sin ningún respeto por Dios y ni por quienes creemos en Él. Los templos y otros lugares de culto son sagrados. Que nuestra oración a Dios sea insistente para invocar su perdón por las profanaciones y, como Iglesia, repararemos estas gravísmas ofensas a Dios y a sus fieles", precisó la CECh.