Denuncian que el gobierno de China retuvo otra vez al obispo de Wenzhou para someterlo a jornadas de adoctrinamiento político forzado

La revista especializada Bitter Winter denunció que el gobierno comunista de China retuvo al obispo de Wenzhou, Shao Zhumin, para someterlo a jornadas de adoctrinamiento político, días previos al 10 aniversario del prelado anterior, Lin Xili, cuya conmemoración fue limitada por las autoridades al tratarse de un obispo que fue clandestino. "El Partido Comunista Chino siempre teme que su régimen no se mantenga estable. Es por eso que toma medidas enérgicas contra las religiones. Es, en esencia, el demonio", aseveró un sacerdote local. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Gaudium Press.

DÍAS ANTES DE LA CONMEMORACIÓN DEL PRELADO CLANDESTINO ANTERIOR.

La revista especializada Bitter Winter denunció que el gobierno comunista de China retuvo al obispo de Wenzhou, Shao Zhumin, para someterlo a jornadas de adoctrinamiento político, días previos al 10 aniversario del prelado anterior, Lin Xili, cuya conmemoración debía celebrarse el 4 de octubre pasado, pero fue limitada por las autoridades al tratarse de un obispo clandestino, al negarse a ser miembro de la Asociación Patriótica (AP). Zhumin ya enfrentaba la prohibición de viajar fuera de la ciudad e incluso era monitoreado en su vehículo a través de un dispositivo de ubicación satelital. 

El régimen realizó maniobras ya acostumbradas al detener a Zhumin, quien fue liberado el 8 de octubre pasado. Durante la ausencia del prelado, las autoridades informaron a los encargados de la pastoral que cualquier homenaje al obispo Lin Xili estaba prohibida, dado que "fue un obispo ilegal quien no era reconocido por el gobierno" y precisaron que cualquier intento de conmemoración en su tumba sería castigada con la demolición de la misma. Ese 4 de octubre, más de 500 miembros de las fuerzas de seguridad acordonaron las vías de acceso a la tumba del prelado.

Además, realizaron actividades de vigilancia, incluso dentro de los templos católicos circundantes, para evitar que se celebraran Misas por el alma del obispo Lin Xili. "El Partido Comunista Chino siempre teme que su régimen no se mantenga estable, y el gobierno vive en un estado de pánico extremo. Es por eso que toma medidas enérgicas contra las religiones. Es, en esencia, el demonio", aseveró un sacerdote local cuya identidad fue reservada por la revista.