Conferencia Episcopal de Canadá: «Debemos asegurar que nuestras palabras y acciones estén impregnadas del Evangelio y reflejen la santidad que Cristo estableció en la Iglesia»

El presidente de la Conferencia Episcopal de Canadá, Lionel Gendron, pidió "reflexionar con conciencia que la comunidad entera está llamada a evangelizar a los jóvenes". Precisó que la fe de los jóvenes es "la más frágil" y que "siguen siendo susceptibles a la fuerte y tentadora fuerza social e ideológica externa a la Iglesia". Indicó que los esfuerzos de evangelizar deben crear raíces profundas en la Iglesia. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.

ES UN DEBER "NO SÓLO CON LA GENERACIÓN ACTUAL, SINO CON LAS FUTURAS".

Deborah Gyapong/Canadian Catholic News.

El presidente de la Conferencia Episcopal de Canadá y obispo de Saint- Jean- Longueuil, Lionel Gendron, afirmó a que tienen "un deber no sólo con la generación actual, sino con las generaciones futuras, de asegurar que nuestras palabras y acciones estén impregnadas del Evangelio y reflejen la santidad que Cristo estableció en la Iglesia", a los prelados que participan de la asamblea general en Cornwall hasta el viernes 27 de septiembre. 

Exhortó a "reflexionar con conciencia que la comunidad entera está llamada a evangelizar a los jóvenes y que existe una necesidad urgente que los jóvenes sean líderes en las diferentes formas de servicio en sus comunidades locales". "La legislación y las políticas de los gobiernos en todos los niveles, así como las recientes sentencias judiciales, mostraron un desprecio por las creencias morales cristianas que van en contra de las opiniones sociales, aparentemente más progresistas", denunció, al alertar que sobre la fragilidad de la familia, dado que "es dentro del contexto familiar que se plantan las semillas de un compromiso estable y de por vida con Cristo y con la fe". 

Precisó que la fe de los jóvenes es "la más frágil" y que "siguen siendo susceptibles a la fuerte y tentadora fuerza social e ideológica externa a la Iglesia". Indicó que los esfuerzos de evangelizar deben crear raíces profundas en la Iglesia, dado que si bien eventos como la Jornada Mundial de la Juventud y el Foro Internacional de Jóvenes son "grandes celebraciones de fe diseñadas teniendo en mente el cuidado pastoral de la juventud", estos "no siempre dirigen a los jóvenes participantes a hacer un compromiso con Cristo y la Iglesia, viviendo al mismo nivel de intensidad después de que los eventos se hayan desvanecido en el fondo de sus ocupadas vidas".