Francisco exhorta a que la reconstrucción de la catedral de Notre Dame de París sea signo del «renacimiento y revitalización de la fe»

El Papa pidió a los cristianos de París que "llenos de esperanza, sean para sus familias, para sus comunidades y lugares de vida, constructores de una nueva humanidad enraizada en Jesucristo", en la solemnidad de la Asunción de María, la fiesta más importante de la Arquidiócesis. El rector de la Catedral de Notre Dame, Patrick Chauvet, leyó las palabras del Pontífice al finalizar la Misa, presidida por el arzobispo local, Michel Aupetit, quien renovó el voto del Rey Luis XIII por el cual se consagró Francia a la Virgen María el 10 de febrero de 1638. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Agencias.

HACE 4 MESES FUE DEVASTADA POR UN FEROZ INCENDIO.

ANSA.

Francisco exhortó a que la reconstrucción de la catedral de Notre Dame, parcialmente destruida en un incendio hace 4 meses, sea signo del "renacimiento y revitalización de la fe" de los cristianos, en un mensaje enviado por el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, al arzobispo de París, Michel Aupetit, el jueves 15 de agosto, en la solemnidad de la Asunción de María, que es la fiesta más importante de la Arquidiócesis local, que se celebra con una multitudinaria procesión. 

El Papa pidió a los cristianos de París que "llenos de esperanza, sean para sus familias, para sus comunidades y lugares de vida, constructores de una nueva humanidad enraizada en Jesucristo", sostuvo 'ACI Prensa'. "Como una verdadera madre, María camina con nosotros, lucha con nosotros y difunde incansablemente la proximidad del amor de Dios. Comparte la historia de cada pueblo que ha recibido el Evangelio y hace parte de la identidad histórica", precisó, según 'Vatican News'. 

El rector de la Catedral de Notre Dame, Patrick Chauvet, leyó las palabras del obispo de Roma al finalizar la Misa central, que fue presidida por Aupetit, quien renovó el voto del Rey Luis XIII por el cual se consagró Francia a la Virgen María el 10 de febrero de 1638. El jueves por la mañana, una multitud de fieles con sus rosarios en la mano, cantaron el Ave María y caminaron hacia la iglesia de Saint-Sulpice.