Francisco: «Cada vez que tomamos el Rosario en nuestras manos y le rezamos a la Virgen María, damos un paso hacia la gran meta de la vida»

El Pontífice imploró que "la Santa Virgen, Puerta al cielo, nos ayude a mirar cada día con confianza y alegría allá, donde está nuestra verdadera casa". "María es asunta al cielo: pequeña y humilde, es la primera en recibir la más alta gloria. Ella, que es una criatura humana, una de nosotros, alcanza la eternidad en alma y cuerpo. Nosotros estamos en camino, peregrinos a la casa de allá arriba. Miramos a María y vemos la meta", afirmó. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Vatican News.

EN LA SOLEMNIDAD DE LA ASUNCIÓN.

Francisco exhortó a dejarnos llevar por la mano de la Virgen, dado que "cada vez que tomamos el Rosario en nuestras manos y le rezamos, damos un paso adelante, hacia la gran meta de la vida", en la Solemnidad de la Asunción de María, que "es una llamada para todos, especialmente para cuantos están afligidos por dudas y tristezas", el jueves 15 de agosto.

El Papa precisó que "el Cielo está abierto; no despierta temor, ya no está distante, porque en el umbral del cielo hay una madre que nos espera". "Dejémonos atraer por la verdadera belleza, no nos dejemos absorber por las pequeñas cosas de la vida, sino escojamos la grandeza del cielo. Que la Santa Virgen, Puerta al cielo, nos ayude a mirar cada día con confianza y alegría allá, donde está nuestra verdadera casa", reflexionó. 

Indicó que "María es asunta al cielo: pequeña y humilde, es la primera en recibir la más alta gloria". "Ella, que es una criatura humana, una de nosotros, alcanza la eternidad en alma y cuerpo. Nosotros estamos en camino, peregrinos a la casa de allá arriba. Miramos a María y vemos la meta. Vemos que una criatura ha sido asumida a la gloria de Jesucristo resucitado, y esa sólo podía ser ella, la Madre del Redentor", aseguró.