Francia conmemora al Padre Hamel, degollado al grito de «Alá es Grande» por el Estado Islámico hace 3 años
El arzobispo de Rouen, Dominique Lebrun, presidió una Misa, una Vigilia de Oración y una ceremonia pública, además de una caminata en silencio, por el tercer aniversario del asesinato del sacerdote Jacques Hamel, degollado por islamistas en el altar de la iglesia de Saint Etienne du Rouvray. "Durante la investigación de la causa de beatificación del Padre Jacques Hamel, su vida fue examinada, los testigos fueron escuchados, sus homilías fueron estudiadas. Su vida se volvió aún más misteriosa que antes, más rica, bella, profunda", afirmó.
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Gaudium Press.
SANTA SEDE PODRÍA CERTIFICAR A HAMEL COMO MÁRTIR.
El arzobispo de Rouen, Dominique Lebrun, presidió una Misa, una Vigilia de Oración y una ceremonia pública por la paz y la fraternidad, además de una caminata en silencio, para conmemorar al sacerdote Jacques Hamel, degollado por el Estado Islámico en el altar de la iglesia de Saint Etienne du Rouvray durante una Misa al grito de "Alá es Grande", en el tercer aniversario de su asesinato, el viernes 26 de julio.
"El misterio cristiano es creer que a lo que vivimos en esta tierra pertenece al Reino de los Cielos. Durante la investigación de la causa de beatificación del Padre Jacques Hamel, su vida fue examinada, los testigos fueron escuchados, sus homilías fueron estudiadas. Su vida se volvió aún más misteriosa que antes, más rica, más bella, más profunda", afirmó Lebrun, al exhortar a no perder de vista la profundidad del misterio que encierra el sacrificio de Hamel, que podría ser certificado como martirio por la Santa Sede. El reconocimiento del martirio por parte de Francisco se da por descontado tras sus declaraciones en 2016. "Es un mártir, y los mártires son beatificados", afirmó el Papa.
El prelado solicitó que a los fieles que "pidan la gracia a Dios de no cerrar la puerta al misterio". "Y en esta pelea, creemos que Jesús es el ganador. Jacques Hamel dio su vida por esto, todos los días, como seguimiento de Jesús. Este es el verdadero misterio que ilumina su vida y su muerte". El templo de Saint Etienne se convirtió en un destino de peregrinación al aumentar la fama de santidad del sacerdote, quien pronunció como últimas palabras "apártate, Satanás", frente a la maldad de sus ejecutores. .