Más de 2.000 chilenos y argentinos se reúnen a los pies del Cristo del Tromen

“Somos una sola familia, familia de Dios. Celebremos siempre ser hermanos entre nosotros para que no haya cordilleras adentro que nos dividan", sostuvo el obispo de Neuquén, Virginio Bressanelli. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.

HACE 65 AÑOS HERMANA A AMBOS PAÍSES.

Más de 2000 chilenos y argentinos volvieron a encontrarse a los pies del Cristo del Tromen, en el paso fronterizo Mamuil Malal de Curarrehue en Neuquén, para participar de la Misa que hace 65 años hermana a las dos naciones vecinas, que en esta ocasión fue presidida por el obispo de Villarrica, Chile, Francisco Javier Stegmeier, y concelebrada por el obispo de Neuquén, Argentina, Virginio Bressanelli.

"Es hermoso saber que en distintas partes de esta cordillera seguimos celebrando nuestra hermandad. Esto quiere decir que realmente las fronteras no las hizo Dios, sino la realidad humana. Somos una sola familia, familia de Dios. Celebremos siempre ser hermanos entre nosotros para que no haya cordilleras adentro que nos dividan", sostuvo Bressanelli. La Misa y encuentro en el paso fronterizo surgió por iniciativa del sacerdote Francisco Subercaseaux, quien era párroco de Pucón y misionero en la zona de la Araucanía chilena aledaña a su parroquia, mientras que el Cristo Crucificado de Tromén fue bendecido el 26 de febrero de 1950.

El presbítero y luego obispo fue el responsable de la obra, con el propósito de contribuir al fortalecimiento de las relaciones de paz entre Chile y Argentina, que en ese tiempo estaban inmersos en disputas limítrofes. "La única vez que el encuentro no pudo realizarse fue en 2010, a raíz del terremoto que asoló al país trasandino. Sin embargo, ambos pueblos continuamos incluyendo ese sexagésimo encuentro en nuestras memorias ya que no ocurrió físicamente, pero sí lo hicimos espiritualmente", sostuvo el diácono Fernando Javier Gómez, de la parroquia Nuestra Señora de las Nieves, de Junín de los Andes.