Francisco exhorta a la Iglesia Ortodoxa de Rumanía a «caminar juntos con la fuerza de la memoria de las raíces» cristianas a favor de la sociedad y la familia

El Pontífice a "caminar juntos con la fuerza de la memoria de las raíces: los primeros siglos en los que el Evangelio iluminó a nuevos pueblos y culturas; los primeros siglos de los mártires, los Padres y confesores de la fe, de la santidad vivida y testimoniada cotidianamente por tantas personas sencillas que comparten el mismo Cielo". "La fragilidad de los vínculos afecta en particular a la célula fundamental de la sociedad, la familia, y nos pide el esfuerzo de salir e ir en ayuda de las dificultades de nuestros hermanos, especialmente de los más jóvenes con el deseo de comunicar a Jesús resucitado, corazón de la esperanza", indicó. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.

TRAS REUNIRSE CON EL PATRIARCA DANIEL.

Francisco pidió al Sínodo permanente de la Iglesia Ortodoxa de Rumanía "caminar juntos con la fuerza de la memoria de las raíces: los primeros siglos en los que el Evangelio encontró e iluminó a nuevos pueblos y culturas; los primeros siglos de los mártires, los Padres y confesores de la fe, de la santidad vivida y testimoniada cotidianamente por tantas personas sencillas que comparten el mismo Cielo" a favor de la sociedad y la familia, en el Palacio del Patriarcado, el viernes 31 de mayo, tras reunirse con el Patriarca Daniel en privado, en el primer día de su viaje apostólico a este país de Europa. 

El Papa recordó a los cristianos perseguidos actuales y en la historia de Rumanía, y mencionó a los 7 obispos grecocatólicos mártires -asesinados por su fe durante la dictadura comunista de Nicolás Ceaucescu- que beatificará el domingo 2 de junio. "Aquí -como en tantos otros lugares actuales- experimentaron la Pascua de muerte y resurrección: muchos hijos de este país, de diferentes Iglesias y comunidades cristianas, sufrieron el viernes de la persecución, atravesaron el sábado del silencio, vivieron el domingo del renacimiento. ¡Cuántos mártires y confesores de la fe! Muchos, de confesiones distintas y en tiempos recientes, estuvieron en prisión uno al lado del otro apoyándose mutuamente. Su ejemplo está hoy ante nosotros y ante las nuevas generaciones que no conocieron aquellas dramáticas condiciones", precisó.

"Son muchos los que se beneficiado del desarrollo tecnológico y el bienestar económico, mientras que una globalización uniformadora contribuyó a desarraigar los valores de los pueblos, debilitando la ética y la vida en común, contaminada en tiempos recientes por una sensación generalizada de miedo y que, a menudo fomentada a propósito, lleva a actitudes de aislamiento y odio. La fragilidad de los vínculos, que termina aislando a las personas, afecta en particular a la célula fundamental de la sociedad, la familia, y nos pide el esfuerzo de salir e ir en ayuda de las dificultades de nuestros hermanos, especialmente de los más jóvenes, no con desaliento y nostalgia, como los discípulos de Emaús, sino con el deseo de comunicar a Jesús resucitado, corazón de la esperanza", indicó.