Iglesia en España celebra la «Noche de los Testigos», una vigilia de oración por los cristianos perseguidos

La Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada realizó la 'Noche de los Testigos', en la que el sacerdote de la Arquidiócesis de Toledo Juan Manuel Sánchez explicó su trabajo con comunidades católicas cerca de San Petersburgo y en el círculo polar ártico. "En Vorkuta era donde estaban los gulags, los campos de concentración, en la época comunista. Todos mis parroquianos estuvieron en esos campos, perseguidos por su fe que mantuvieron viva a pesar de estar a 40 ó 50 grados bajo cero", destacó. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.

EN LA CATEDRAL DE LA ALMUDENA DE MADRID.

La Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada realizó la 'Noche de los Testigos', una vigilia de oración por los cristianos perseguidos, en la Catedral de la Almudena de Madrid, presidida por el cardenal y arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, en ella se dieron varios testimonios sobre cómo viven los católicos la fe en países donde sufren persecución, como Rusia, Marruecos o Venezuela, el jueves 9 de mayo. El sacerdote de la Arquidiócesis de Toledo Juan Manuel Sánchez explicó su trabajo con comunidades católicas cerca de San Petersburgo y en el círculo polar ártico. 

"Hay una iglesia que fue convertida en polideportivo durante la época comunista. Años después 'subió de categoría' y la hicieron sala de conciertos. Para celebrar la Misa había que quitar el piano, poner el altar, celebrar la Misa y volver a poner el piano", indicó, dado que en 2006 el Gobierno ruso devolvió el templo a la Iglesia Católica, pero seguía como sala de conciertos. Sánchez también atiende a una comunidad de católicos en la república rusa de Komi, donde consiguieron alquilar una antigua oficina de correos en donde construyeron una pequeña capilla para 40 personas. "En Vorkuta era donde estaban los gulags, los campos de concentración, en la época comunista. Todos mis parroquianos estuvieron en esos campos, perseguidos por su fe que mantuvieron viva a pesar de estar a 40 ó 50 grados bajo cero", destacó. 

El presbítero compartió la historia de Sofía, una de sus feligresas que murió hace 3 años y que había pasado por un campo de concentración nazi y por el gulag de Vorkuta. "Ella me contaba que cuando estaba en los campos de concentración soñaba con recibir a Jesucristo eucaristía y confesarse. Y pedía a Dios morir habiéndole recibido", indicó. "Se confesó, comulgó y recibió los sacramentos. A los tres días Sofía murió, pero Dios le concedió lo que ella le había pedido", afirmó. Además, recordó la historia de Janina, otra de sus feligresas, a quien le cortaron un dedo tras encuentrarla mientras rezaba el Rosario en el campo de concentración.