Obispo de Estados Unidos asevera que la revolución sexual del siglo pasado causó a la humanidad «una plaga de miseria en una escala nunca antes conocida»

El obispo de Phoenix, Thomas Olmsted, exhortó a hacer frente a las "herejías" de la actualidad, como la ideología de género, que atentan contra el matrimonio, la familia y el niño por nacer. "Los cristianos debemos defender la realidad del Matrimonio, a pesar del riesgo de persecución. No tengan miedo de hundir sus raíces profundamente en el agua viva que es Jesucristo. Él no los abandonará", precisó. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.

INDICÓ QUE LO PREDICHO POR PABLO VI EN 'HUMANAE VITAE' SE CUMPLIÓ.

El obispo de Phoenix, Thomas Olmsted, aseveró que el desastre predicho por el Papa san Pablo VI en la encíclica 'Humanae Vitae' se cumplió, y denunció que la revolución sexual del siglo pasado causó a la humanidad "una plaga de miseria en una escala nunca antes conocida", durante su discurso en el Desayuno Nacional de Oración en Washington, el martes 23 de abril.

El prelado convocó a una reunión de líderes católicos de Estados Unidos para hacer frente a las "herejías" de la actualidad, como la ideología de género, que atentan contra el matrimonio, la familia y el niño por nacer. Indicó que los católicos están amenazados por "la herejía actual que está encarnada en la revolución sexual y, ahora en su versión radicalizada, la ideología de género, como lo llama Francisco". "Mi deber pastoral es proclamar el Evangelio de la vida y la protección ante la ley de los más vulnerables entre nosotros", sostuvo. 

Aseguró que esta herejía apunta contra "el Matrimonio y el niño". "Los cristianos debemos defender la realidad del Matrimonio, a pesar del riesgo de persecución. Un niño necesita amor, y el amor cuesta, y el corazón humano debe estar preparado para pagar el costo del amor cuando el niño llega. No tengan miedo de hundir sus raíces profundamente en el agua viva que es Jesucristo. Él no los abandonará. Dirijan a su familia y diríjanse a cualquier otro lugar que el Señor les pida, con una fe profunda y de niño", precisó Olmsted.