Recuperan escultura que coronaba la aguja de la Catedral de Notre Dame de París y que guardaba la espina de la Corona de Cristo

El Ministerio de Cultura de Francia confirmó que se recuperó de los escombros la escultura del gallo -en cuyo interior se guardaban una espina de la Corona de Cristo, junto a las reliquias de San Dionisio, primer obispo de París, y de Santa Genoveva- que coronaba la aguja de la Catedral de Notre Dame de París. Fuentes del Ministerio indicaron que la figura del gallo, que soportó el golpe y las llamas, está "abollado, pero es visiblemente restaurable". "Como está hundido, no pudimos verificar si las reliquias están dentro todavía", aseguraron. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Agencias.

SOPORTÓ LAS LLAMAS Y EL GOLPE.

AFP y Twitter Jacques Chanut.

El Ministerio de Cultura de Francia confirmó que se recuperó de los escombros la escultura del gallo, en cuyo interior se guardaban tres reliquias -entre ellas una espina de la Corona de Cristo– que coronaba la aguja de la Catedral de Notre Dame de París, destruida por el incendio del lunes 15 de abril. El órgano gubernamental ratificó la noticia dada por el presidente de la Federación Inmobiliaria Francesa, Jacques Chanut. La aguja fue una de las primeras en derrumbarse, pero el gallo soportó las llamas y el impacto, destacó 'ACI Prensa'. 

"¡Increíble! Un miembro de GMH -una agrupación de empresas restauradoras de monumentos históricos- encontró entre los escombros el gallo", precisó Chanut, a través de Twitter, el martes 16 de abril. Fuentes del Ministerio de Cultura de Francia indicaron a 'Le Parisien', que la figura del gallo, que cayó de 93 metros de altura, según indicó 'La Razón', está "abollado, pero es visiblemente restaurable". "Como está hundido, pudimos verificar si las reliquias están dentro todavía", aseguraron. 

La escultura guardaba en su interior una espina de la Corona de Cristo, junto a las reliquias de San Dionisio, primer obispo de París y de Santa Genoveva, quien consiguió con su oración impedir que Atila destruyera París. Las reliquias fueron colocadas en 1935 por el arzobispo de París, Cardenal Verdier, para que la flecha fuese una especie de "pararrayos espiritual", según sostuvo 'Clarín'. La figura de plomo era una de las partes que iba a ser restaurada en los trabajos de renovación de la Catedral.