Francisco indica que «en los momentos de oscuridad», cuando el demonio sale a la luz, hay que resistirlo «en silencio» y dejar actuar a Dios
El Pontífice sostuvo que "no se trata de poner la mano en la espada, sino de mantener la calma, firmes en la fe". Reflexionó que "nuestro puesto seguro estará bajo el manto de la Santa Madre de Dios; y mientras esperamos que el Señor venga y calme la tormenta, con nuestro silencioso testimonio en oración, nos damos a nosotros mismos, y a los demás".
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Libertad Digital.
EN LA CELEBRACIÓN DE DOMINGO DE RAMOS.
Francisco precisó que "en los momentos de oscuridad y de gran tribulación", cuando el demonio sale a la luz, hay que resistirlo "en silencio, manteniendo la posición, dejando actuar a Dios, protegidos bajo el manto de María", durante la homilia de la Misa del Domingo de Ramos, que celebró en la Plaza de San Pedro, el domingo 14 de abril.
"En los momentos de oscuridad hay que callar, tener el valor de callar, siempre que sea un callar manso y no rencoroso. La mansedumbre del silencio hará que parezcamos aún más débiles, más humillados, y entonces el demonio, animándose, saldrá a la luz. Será necesario resistirlo en silencio, manteniendo la posición, pero con la misma actitud que Jesús. Él sabe que la guerra es entre Dios y el Príncipe de este mundo, y que no se trata de poner la mano en la espada, sino de mantener la calma, firmes en la fe. Es la hora de Dios", reflexionó.
El Papa indicó que "nuestro puesto seguro estará bajo el manto de la Santa Madre de Dios". "Y mientras esperamos que el Señor venga y calme la tormenta, con nuestro silencioso testimonio en oración, nos damos a nosotros mismos, y a los demás, razón de nuestra esperanza. Esto nos ayudará a vivir en la santa tensión entre la memoria de las promesas, la realidad del ensañamiento presente en la cruz y la esperanza de la resurrección", aseguró el obispo de Roma.