Cardenal Sarah: «Hay sacerdotes, obispos e incluso cardenales que tienen miedo de proclamar lo que Dios enseña y de transmitir la doctrina de la Iglesia»

El prefecto para la Congregación para el Culto Divino, Robert Sarah, aseveró que "no podemos sacrificar la doctrina a una pastoral que quedaría reducida a una porción mínima de la misericordia", al indicar que "hay una tendencia perversa que consiste en falsear la pastoral". "La situación que vivimos en el seno de la Iglesia se parece en todo a la del Viernes Santo, cuando los apóstoles abandonaron a Cristo, cuando Judas le traicionó, porque el traidor quería un Cristo preocupado por los asuntos políticos. Hay hombres en la Iglesia que empañaron la Iglesia, desfiguraron el rostro de Cristo, pero 'Judas' no debe llevarnos a rechazar a todos los apóstoles", afirmó. . 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Religión en Libertad.

"AFIRMAN COSAS CONFUSAS, VAGAS, IMPRECISAS PARA NO SER CRITICADOS".

The Catholic Register.

El cardenal y prefecto para la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, Robert Sarah, indicó que "hay sacerdotes, obispos e incluso cardenales que tienen miedo de proclamar lo que Dios enseña y de transmitir la doctrina de la Iglesia", dado que tienen estos tienen "miedo de no ser aceptados, de ser considerados unos reaccionarios", y que es por eso que "entonces afirman cosas confusas, vagas, imprecisas con el fin de no ser criticados, y se alían con la evolución estúpida del mundo", en una entrevista con Laurent Dandrieu en 'Valeurs Actuelles' sobre su nuevo libro 'Le soir approche et déjà le jour baisse' (Se acerca la tarde y el día casi ha terminado), el martes 27 de marzo. 

"Existe una fuerte mayoría de sacerdotes que son fieles a su misión de enseñanza, santificación y gobierno. Pero hay también un pequeño número que cede a la tentación enfermiza y perversa de alinear a la Iglesia con los valores de las sociedades occidentales actuales. Quieren, ante todo, que se diga de la Iglesia que es abierta, acogedora, atenta y moderna. Algunos adoptaron las ideologías del mundo actual con el pretexto falaz de abrirse al mundo; sería necesario, más bien, hacer que el mundo se abriera a Dios, fuente de nuestra existencia. No podemos sacrificar la doctrina a una pastoral que quedaría reducida a una porción mínima de la misericordia. Hay una tendencia perversa que consiste en falsear la pastoral, oponerla a la doctrina y presentar a un Dios misericordioso que no exige nada", argumentó, al precisar que "Dios, como todo buen padre, es exigente, porque ambiciona grandes cosas para nosotros".

Sarah afirmó que está "convencido de que los sacerdotes deben asumirse la responsabilidad principal del derrumbe de la fe". "En los años 70 y 80 sobre todo, los sacerdotes hacían lo que querían cuando celebraban la Misa. Benedicto XVI dijo que la crisis de la liturgia provocó la crisis de la Iglesia. Si ya no hay fe, la liturgia se reduce a un espectáculo, a un folclore, y los fieles se van. Quisimos humanizar la Misa, hacerla comprensible, pero la realidad es que sigue siendo un misterio que está más allá de nuestra comprensión. La situación que vivimos en el seno de la Iglesia se parece en todo a la del Viernes Santo, cuando los apóstoles abandonaron a Cristo, cuando Judas le traicionó, porque el traidor quería un Cristo preocupado por los asuntos políticos. Hay hombres en la Iglesia, algunos en altos niveles de la jerarquía, que empañaron la Iglesia, desfiguraron el rostro de Cristo, pero 'Judas' no debe llevarnos a rechazar a todos los apóstoles", ratificó.