Cardenal Cipriani exhorta a buscar siempre la libertad y «la Verdad que viene de la fe, en un tiempo un poco relativista y oscuro»

El cardenal Juan Luis Cipriani precisó que "son tiempos en las que tantas veces la imagen pretende sustituir la realidad, y esto nos exige, sobre todo a los pastores, a los sacerdotes, no buscar nunca quedar bien". "No son momentos para quedar bien sino para amar a Dios y para llevar a la gente con mucha paciencia hacia Dios", indicó, en la Misa de Acción de Gracias por sus 20 años como arzobispo de Lima, tras la renuncia que presentó por cumplir 75 años, aceptada por Francisco.  

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.

"ESA LIBERTAD INTERIOR QUE TE HACE FELIZ".

Arzobispado de Lima.

El cardenal Juan Luis Cipriani exhortó a ser "amantes de la libertad y de la Verdad que viene de la fe, sobre todo en un tiempo un poco relativista, un poco oscuro" como el actual, en la Misa de Acción de Gracias por sus 20 años como arzobispo de Lima. El 28 de diciembre pasado, Francisco aceptó la renuncia que presentó al cumplir 75 años de edad, tal como indica el Código de Derecho Canónico. Cipriani será reemplazado por Carlos Castillo Mattasoglio. 

El prelado precisó que es "esa libertad interior" la que "te hace ser feliz". "No te vendas nunca a nada, no vale la pena, no tiene precio nuestra entrega al Señor", aseguró, al destacar el aprendizaje en estas 2 décadas al frente de la Arquidiócesis. "Son tiempos en las que tantas veces la imagen pretende sustituir la realidad, y esto nos exige, sobre todo a los pastores, a los sacerdotes, no buscar nunca quedar bien. No son momentos para quedar bien. Son momentos para amar a Dios y para llevar a la gente con mucha paciencia hacia Dios", alertó.

"Sean leales en la palabra dada, en el Matrimonio, en la amistad, en la sencillez de la vida; no pensemos que es un tema muy escolástico. La lealtad que ilumina el ambiente y cuando brilla facilita mucho la convivencia", afirmó Cipriani. "Perdóname Señor y le pido a ustedes perdón. Engrandece el alma pedir perdón. Sé que mi carácter y mi modo de ser no es algo que les agrade a todos. Perdónenme si alguna vez fui injusto o no supe comprender a mis hermanos obispos, sacerdotes, religiosas, ¡perdónenme! porque así el Señor me perdonará", sostuvo.