Yihadistas asesinan de 3 disparos a un sacerdote español en Burkina Faso

Islamistas masacraron de 2 disparon en el estómago y 1 en la cabeza al misionero español de la Congregación Salesiana en el África, Antonio César Fernández, 72 años, durante un ataque terrorista en la localidad de Nohao. Los salesianos ratificaron que seguirán "trabajando en estos países africanos, especialmente con la educación y evangelización de los jóvenes, para contribuir a su pleno desarrollo", dado que eso "fue lo que movió a Fernández para entregar su vida como misionero salesiano al servicio del Evangelio". El Gobierno de España solicitó a las autoridades de Burkina Faso que abran una investigación al respecto. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Agencias.

LLEVABA 55 AÑOS COMO SALESIANO Y 46 COMO PRESBÍTERO.

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Yihadistas masacraron de 3 disparos -2 en el estómago y 1 en la cabeza- al sacerdote misionero español Antonio César Fernández, 72 años, que pertenecía a la Congregación Salesiana en el África (CSA), durante un ataque terrorista en la localidad de Nohao, en Burkina Faso, el viernes 15 de febrero, al regresar a su comunidad en Uagadugú, cuando lo hicieron bajar del vehículo, junto a otros 2 religiosos que viajaban con él y que lograron sobrevivir. Fue misionero en varios países de África desde 1982. Llevaba 55 años como salesiano y 46 como presbítero. El Gobierno de España solicitó a las autoridades de Burkina Faso que abran una investigación al respecto. 

"Los atacantes detuvieron el vehículo en el que viajaba el salesiano español con otros dos salesianos togoleses. Durante una media hora registraron el vehículo, y después se llevaron a Antonio César hacia el bosque, donde fue asesinado", indicó la Oficina de Comunicación de los Salesianos de España sobre el sacerdote nacido el 7 de julio de 1946 en Pozoblanco, Córdoba. "Nuestro querido hermano el Padre Antonio César Fernández, de la Inspectoría de África Occidental Francófona (AFO), fue asesinado a tiros en una emboscada, por parte de asesinos yihadistas", confirmó la CSA, al indicar que la víctima fatal volvía de celebrar en Lomé (Togo), la primera sesión del Capítulo Inspectorial de esa Inspectoría. 

Los salesianos ratificaron que seguirán "trabajando en estos países africanos, especialmente con la educación y evangelización de los jóvenes, para contribuir a su pleno desarrollo" y aseguraron que eso "fue lo que movió a Fernández para entregar su vida como misionero salesiano al servicio del Evangelio". "Era una persona increíble, los testimonios que recibo de la gente que le conocía dicen que murió un santo", precisó Faustino García, salesiano y misionero durante años en el oeste africano, a COPE. Consideró que la muerte del presbítero "fue el punto final de una vida dada por amor y con amor, es una imagen de lo que Cristo ha sido para nosotros, por amor se ha dado y por amor fue capaz de aceptar la Cruz".