Francisco: «No hay oración elevada a Dios que no sea aquella de una comunidad de hermanos»

El Pontífice indicó que "no hay ostentación de los problemas personales como si fuésemos los únicos en el mundo que sufren". "En la oración, un cristiano lleva todas las dificultades de las personas que viven a su lado: cuando llega la noche, narra a Dios los dolores que se ha encontrado durante el día", precisó. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Vatican News.

"NO HAY ESPACIO PARA EL INDIVIDUALISMO".

Francisco precisó que "no hay oración elevada a Dios que no sea aquella de una comunidad de hermanos y hermanas", dado que "la oración cristiana no es individualista, sino que es un diálogo con Dios, desde y con la comunidad", durante la Audiencia General en el Aula Pablo VI, el miércoles 13 de febrero.

"No hay ostentación de los problemas personales como si fuésemos los únicos en el mundo que sufren. En la oración, un cristiano lleva todas las dificultades de las personas que viven a su lado. Si uno no se da cuenta de que a su alrededor hay mucha gente que sufre, si es indiferente, entonces eso significa que su corazón es de piedra. Es bueno implorar al Señor que nos toque con su Espíritu y ablande nuestro corazón", reflexionó el obispo de Roma. 

El Papa precisó que la verdadera oración es "la que se cumple en el secreto de la consciencia y del corazón, y es visible sólo a Dios", puesto que en "esa oración escapa de la falsedad, porque con Dios es imposible fingir". "Aunque la oración del discípulo permanezca confidencial, nunca se queda en el intimismo", sostuvo.