Cardenal Turkson reflexiona que «a la luz de Cristo, el dolor del hombre adquiere un nuevo significado»

El prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, Peter Turkson, afirmó que "los enfermos no sólo son destinatarios de la obra de evangelización, sino también sujetos activos de esta acción apostólica". "La Iglesia, desde sus orígenes, siempre testimonió un cuidado especial hacia los enfermos y las personas que sufren, a través de la labor de sus miembros y de sus instituciones, confirmando la inviolable dignidad humana de estas personas en un momento tan particular de sus existencia", explicó. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.

EN CONGRESO POR LA 27 JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO EN CALCUTA.

Cardenal Turkson celebró una Misa. Asia News.

El cardenal y prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, Peter Turkson, precisó que las directrices que marcan el modo en que los cristianos son llamados a ocuparse de los enfermos fueron delineadas por la parábola del Buen Samaritano, que invita "a amar al prójimo", dado que "a la luz de Cristo, el dolor del hombre adquiere un nuevo significado", en el Congreso 'Gratuitamente recibiste, gratuitamente da' en Calcuta, India, con motivo de la 27 Jornada Mundial del Enfermo.

Afirmó que "los enfermos no sólo son destinatarios de la obra de evangelización, sino también sujetos activos de esta acción apostólica", por lo cual exhortó a los operadores sanitarios a "ir más allá de un mero acompañamiento, más allá del deber de la solidaridad, y apreciar de verdad la presencia y el testimonio de la fragilidad y del sufrimiento de las personas". "Todos los cristianos, siendo discípulos de Cristo nos beneficiamos del amor incondicional de Dios y somos llamados a llevarlo a los demás en igual medida", indicó Turkson. 

"La Iglesia, desde sus orígenes, siempre testimonió un cuidado especial hacia los enfermos y las personas que sufren, a través de la labor de sus miembros y de sus instituciones, confirmando la inviolable dignidad humana de estas personas en un momento tan particular de sus existencia. Mientras avanzan en la historia, los cristianos no ignoran el mal y el dolor, sino que saben que en ellos, Dios –a través de la encarnación de su Hijo- coloca semillas de eternidad y salvación. El dolor abre a una nueva forma de vida", aseguró.