Cardenal Nichols: «Todos los días estamos cara a cara con la presencia del mal, que nos enfrentamos en comprender e incluso en contrarrestar»

El arzobispo de Westminster, Vincent Nichols, aseguró que "esto es también un punto de partida para nuestra reflexión sobre la tarea importante que afrontamos, la de contrarrestar el mal del tráfico de personas". "Si nuestras palabras y nuestro trabajo resultan creíbles, entonces tenemos que tener el valor de mirar este mal a la cara y no ocultar o negar sus rasgos y las formas en las que nos afecta", precisó. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.

EN ENCUENTRO SOBRE TRATA DE PERSONAS EN BUENOS AIRES.

CEA.

El cardenal y arzobispo de Westminster, Vincent Nichols, afirmó que "todos los días estamos cara a cara con lo que es simplemente conocido como el 'mysterium iniquitatis', la presencia del mal, que nos enfrentamos en comprender e incluso en contrarrestar", y que "esto es también un punto de partida para nuestra reflexión sobre la tarea importante que afrontamos, la de contrarrestar el mal del tráfico de personas", al participar de la primera jornada del 'Encuentro Latinoamericano sobre nuevas esclavitudes y trata de personas' en Buenos Aires. 

"Si nuestras palabras y nuestro trabajo resultan creíbles, entonces tenemos que tener el valor de mirar este mal a la cara y no ocultar o negar sus rasgos y las formas en las que nos afecta. Esta es la verdad del tráfico de personas. Esta es también la verdad del gran mal del abuso de niños y de las personas vulnerables, que está presente también entre nosotros y que lamentablemente ha encontrado un lugar para habitar en el interior de nuestra Iglesia", afirmó el responsable del 'Grupo Santa Marta', creado por Francisco para luchar contra la trata de personas. 

El prelado indicó que "debemos permitir que nuestro pensamiento y reflexión asuman seriamente la corrupción y el mal que nos rodea. Sólo entonces nuestra proclamación de la dignidad humana comenzará a tener un impacto duradero". "Los derechos humanos no son otorgados por los Estados, surgen de la dignidad, y esa dignidad, a los ojos de la fe, provienen únicamente de Dios. Esta es nuestra tarea: enfrentar juntos, todos los días, la brutal realidad del mal, en todas sus formas, con la realidad de la dignidad humana dada por nuestro Dios", explicó.