Casi 120.000 asisten a la Misa que presidió Francisco en Emiratos Árabes Unidos

El Pontífice precisó que las Bienaventuranzas "invitan a tener limpio el corazón, a practicar la mansedumbre y la justicia a pesar de todo, a ser misericordiosos con todos, a vivir la aflicción unidos a Dios", durante la Misa en el Estadio Zayed Sports City de Abu Dhabi y afuera del mismo. Es el primer Papa que visita este país, donde sólo el 10 % de la población son católicos y el 76% musulmanes. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.

AL CERRAR SU VIAJE APOSTÓLICO A LA PENÍNSULA ARÁBIGA.

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Francisco afirmó que "las Bienaventuranzas son una ruta de vida: no nos exigen acciones sobrehumanas, sino que imitemos a Jesús cada día", en la Misa en el Estadio Zayed Sports City de Abu Dhabi y afuera del mismo, frente a casi 120.000 católicos y 4.000 musulmanes, durante el último día de su viaje apostólico a Emiratos Árabes Unidos, el martes 5 de febrero. Es el primer Papa que visita la península arábiga, que tiene una población de más de 9.000.000, sólo el 10 % son católicos y el 76% musulmanes. 

El obispo de Roma precisó que las Bienaventuranzas "invitan a tener limpio el corazón, a practicar la mansedumbre y la justicia a pesar de todo, a ser misericordiosos con todos, a vivir la aflicción unidos a Dios". "Es la santidad de la vida cotidiana, que no tiene necesidad de milagros ni de signos extraordinarios. Las Bienaventuranzas no son para súper-hombres, sino para quien afronta los desafíos y las pruebas de cada día. Quien las vive al modo de Jesús purifica el mundo", reflexionó. 

"Una Iglesia que persevera en la palabra de Jesús y en el amor fraterno es agradable a Dios y da fruto. Pido la gracia de conservar la paz, la unidad, de hacerse cargo los unos de los otros, con esa hermosa fraternidad que hace que no haya cristianos de primera y de segunda clase. Jesús, que los llama bienaventurados, les da la gracia de seguir siempre adelante sin desanimarse, creciendo en el amor mutuo", precisó el Pontífice.