Conferencia Episcopal Argentina reitera «el derecho a educar según el propio ideario y convicciones éticas y religiosas»

Las comisiones episcopales de Educación Católica y Laicos y Familia indicaron que debe haber "una educación para el amor, que incluya la sexualidad pero que no se circunscriba solo a ella", y afirmó que "nuestra fe cristiana y católica ofrece una visión de la persona humana muy valiosa, amplia e integral". 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Conferencia Episcopal Argentina.

FRENTE A CAMBIOS PROPUESTOS POR LEGISLADORES ABORTISTAS.

La Conferencia Episcopal Argentina (CEA), a través de sus comisiones episcopales de Educación Católica y Laicos y Familia, reclamaron "el derecho a educar a los niños y jóvenes de acuerdo al propio ideario y convicciones éticas y religiosas, confiando en que un diálogo verdadero y democrático nos llevará a incrementar el encuentro y la amistad social", frente a las modificaciones propuestas por legisladores argenitinos a la Ley de Educación Sexual Integral (ESI), en el comunicado 'Sí a la educación sexual', el 3 de octubre. 

Afirmaron que "la educación sexual, como toda verdadera educación, debe formar los corazones y las conciencias de nuestros jóvenes en orden a un crecimiento humano y cristiano pleno y armónico". "Hay consenso de que dicha educación no debe limitarse a 'saber qué hay que hacer para que una joven no quede embarazada'. La educación debe ser integral, vale decir, de toda la persona: su espiritualidad, sus valores, sus emociones, sus pensamientos, su contexto social, económico, familiar y obviamente su cuerpo y su salud", indicaron los obispos. 

Ratificaron que debe haber "una educación para el amor, que incluya la sexualidad pero que no se circunscriba solo a ella". "La educación sexual integral debe respetar la libertad religiosa de las instituciones, y la libertad de conciencia, derecho sagrado e inalienable que debe ser siempre custodiado. Nuestra fe cristiana y católica ofrece una visión de la persona humana muy valiosa, amplia e integral. Varón y mujer son creados por Dios con la misma dignidad y como tales realizan su vocación de ser imagen de Dios", argumentaron.