Prefecto de la Casa Pontificia: «Al final no habrá nada en especial que nos libere, sino sólo la Verdad como el Señor nos aseguró»

El prefecto de la Casa Pontificia, Georg Ganswein, recordó que Benedicto XVI en 2008 manifestó en el Santuario de la Inmaculada Concepción en Washington su "profunda vergüenza" por "el abuso a menores por parte de sacerdotes" a los obispos de Estados Unidos. Lamentó que no se logró "contener el mal y ni siquiera las garantías formales y los compromisos verbales de una gran parte de la jerarquía".

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Agencias.

LA CRISIS POR CASOS DE ABUSOS SON EL '11S' DE LA IGLESIA.

La Stampa.

El prefecto de la Casa Pontificia, Georg Ganswein, sostuvo que percibe "esta época de gran crisis, que hoy ya no está escondida para nadie, sobre todo como un tiempo de gracia, porque al final no habrá nada en especial que nos libere, sino solo la Verdad como el Señor nos aseguró", frente a la crisis que atraviesa la Iglesia, en la presentación de la edición italiana del libro de Rod Dreher 'The Benedict option', en la sede de la Cámara de Diputados de Italia. 

El secretario del Papa Emérito consideró por los casos de abusos la Iglesia vive su propio "11 de septiembre". "Hay muchas almas heridas irremediablemente y mortalmente por sacerdotes de la Iglesia Católica. Esto transmite un mensaje aún más terrible que el que podría haber sido la noticia de que se vinieran abajo todas las iglesias de Pensilvania junto a la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington. Les ruego que no me malinterpreten. No pretendo comparar ni a las víctimas ni los números de los abusos en el ámbito de la Iglesia con las 2996 personas inocentes que perdieron la vida tras los atentados terroristas", precisó el arzobispo.

Ganswein recordó que Benedicto XVI en 2008 manifestó en ese santuario su "profunda vergüenza" por "el abuso a menores por parte de sacerdotes" a los obispos de Estados Unidos, por lo que lamentó que no se logró "contener el mal y ni siquiera las garantías formales y los compromisos verbales de una gran parte de la jerarquía". "Para muchos puede parecer que la Iglesia de Jesús nunca podrá recuperarse de la catástrofe de su pecado. La Iglesia está viva y ni el satánico '11S' de la Iglesia puede debilitar o destruir esta verdad", aseguró.