Obispo Bochatey sobre rechazo total al aborto: «Abre la posibilidad de trabajar por una ley que no elimine la vida de ningún ser humano»

El presidente de la Comisión Episcopal de Salud, Alberto Bochatey, pidió una iniciativa que "tutele a la mujer vulnerable con embarazos inesperados, cuidando que no muera ni ella ni la vida que lleva en su seno". Denunció que "los ciudadanos que se manifestaron a favor de las dos vidas y que eran cristianos sufrieron una discriminación y estigmatización por su origen religioso como nunca habíamos visto".

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Valores Religiosos.

"ERA UNA LEY INOCUA E INJUSTA".

0221.

El obispo auxiliar de La Plata y presidente de la Comisión Episcopal de Salud, Alberto Bochatey, afirmó que el rechazo total de los senadores al proyecto de aborto legal que tenía media sanción de Diputados "abre la posibilidad de trabajar por una ley progresista y verdaderamente humana, digna del siglo XXI, que no elimine la vida de ningún ser humano", en una entrevista con Sergio Rubin.

"Era una ley inocua e injusta. El hecho que los senadores hayan valorado negativamente el proyecto de ley de Diputados abre la posibilidad de trabajar por una ley que tutele a la mujer vulnerable con embarazos inesperados, cuidando que no muera ni ella ni la vida que lleva en su seno", afirmó el prelado. Denunció que "los ciudadanos que se manifestaron a favor de las dos vidas y que eran cristianos sufrieron una discriminación y una estigmatización por su origen religioso como nunca habíamos visto en Argentina". Indicó que la cuestión sobre la legalización del aborto "no está cerrada, pero no está abierta como si no hubiera pasado nada en el pueblo y los legisladores".

Frente a la campaña izquierdista para apostatar, consideró que "en temas tan delicados y de conciencia no es bueno actuar por moda". Sobre la iniciativa 'Separación Iglesia-Estado' reiteró que el país "tiene separación de Iglesia y Estado desde Rivadavia, pasando por Roca, por el concordato de 1966 y según la Constitución, incluso en su última reforma de 1994". "Hoy las teorías del Estado no hablan más de un Estado laico sino de un Estado cívico: de los ciudadanos, donde nadie puede imponer su punto de vista (ni la Iglesia, ni la sinagoga, ni la mezquita, ni los laicistas, ni los agnósticos), sino que el Estado debe armonizar a todos sin discriminación", precisó.