Cardenal Poli pide a senadores que no «interrumpan la honrosa tradición de legislar a favor de la cultura de la vida» en el Santuario de San Cayetano
El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, aseveró que la iniciativa abortista "pone a los indefensos seres humanos que se están gestando en un camino sin salida, excluidas de la legítima defensa sin juicio ni proceso", dado que "sólo les corresponderá el deber de aceptar morir sin más". "Los cristianos como ciudadanos elevamos la voz en defensa de las dos vidas, la de la madre y la del bebé", aseguró Poli.
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Redacción VenL.
ANTES DE VOTACIÓN DE PROYECTO DE LEGALIZACIÓN DEL ABORTO.
El cardenal y arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, pidió que "los miembros del Senado de la Nación no interrumpan la honrosa y laudable tradición de legislar para el bien común, con leyes que abran la esperanza de nuestro pueblo, a favor de la cultura de la vida, protegiendo a los más débiles e indefensos y que esperan participar de nuestra historia", durante la Misa que presidió en el Santuario de San Cayetano, en Liniers, el 7 de agosto, a un día de la votación del proyecto de ley de legalización del aborto en la Cámara Alta.
El prelado aseveró que la iniciativa abortista "pone a los indefensos y vulnerables seres humanos que se están gestando en un camino sin salida, excluidas de la legítima defensa sin juicio ni proceso", dado que "sólo les corresponderá el deber de aceptar morir sin más". "Tienen derecho de pertenecer a una Nación, lugar donde se nace, donde hay lugar para todos, donde nadie sobra y hacen falta. Quién sabe si entre ellos pueda nacer un varón o una mujer que tenga los dones y talentos para llevar a nuestro pueblo por el camino del progreso, la paz y la justicia. Quién sabe si entre ellos nacerá un santo o una santa que hará felices nuestros días", sostuvo.
"Los cristianos como ciudadanos elevamos la voz de los que no pueden hablar en defensa de las dos vidas, la de la madre y la del bebé. Quede claro que no juzgamos a nadie, y menos a las madres que por motivos que sólo ellas y Dios saben, a veces bajo presión, en situaciones angustiantes, solas y padeciendo la incomprensión de su entorno, optan por el aborto, que siempre será un drama. Le pedimos a San Cayetano que la defensa de la vida por nacer se concrete en gestos, como él lo hizo en su tiempo. Que este debate no oculte el verdadero problema de los argentinos, que son los pobres, los que hoy suman la tercera parte de la población y siguen esperando", aseguró Poli.