Arzobispo Aguer: «No reaccionamos con suficiente energía ante la pena de muerte impuesta al niño por nacer»

El arzobispo emérito de La Plata, Héctor Aguer, lamentó ver que "en muchos medios eclesiales reina una cierta tibieza" para defender la vida humana. Afirmó que "lamentablemente el relativismo de la cultura actual ha penetrado en ámbitos eclesiales, y lo que es más terrible, ha contagiado a pastores, que así descarrían a los fieles". 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.

A DOS SEMANAS DE LA VOTACIÓN PARA LEGALIZAR EL ABORTO EN SENADORES.

Ucalp.

El arzobispo emérito de La Plata, Héctor Aguer, aseguró que muchas personas le dice que "estamos contra la pena de muerte, pero no reaccionamos con suficiente energía ante la pena de muerte impuesta al niño por nacer", al indicar que recibió "numerosos mensajes y testimonios que manifiestan una cierta molestia" al ver que "en muchos medios eclesiales reina una cierta tibieza" para hablar sobre el proyecto que pretende legalizar el aborto y que se votará en Senadores el 8 de agosto próximo.

El prelado denunció que "lamentablemente el relativismo de la cultura actual ha penetrado en ámbitos eclesiales, y lo que es más terrible, ha contagiado a pastores, que así descarrían a los fieles". "Una de las cosas que me argumentan es: "no basta decir 'vale toda vida'". Vale la vida de la jirafa negra, vale la vida del león expuesto a ser muerto en un coto de caza; han aparecido fotos al respecto de esto. Vale con mayor razón, inmensamente más, la vida de una persona humana", precisó Aguer. 

Sostuvo que "se dice en los medios eclesiales que no hay que vivir el debate como una batalla ideológica", pero olvidan que "el problema es que cuando se impone en la Iglesia una especie de democratismo de lo 'políticamente correcto' le estamos haciendo el juego a aquel personaje al cual Jesús llamó el Padre de la Mentira". "El Catecismo de Iglesia Católica muestra cómo desde el comienzo la tradición cristiana fue clarísima y enérgica en este punto. Tenemos que decir las cosas como son, no con enjuagues", reclamó el prelado.