Más de 500 familias cristianas celebran el regreso a sus hogares en la Llanura de Nínive

Los fieles, que portaban ramas de olivos y entonaron himnos en arameo, lengua de Jesús, participaron de una procesión encabezada por sacerdotes que llevaban en alto crucifijos, protegidos por personal de seguridad en vehículos blindados. "En nuestros corazones no debería haber lugar para el odio", pidió el coordinador de proyectos en Oriente Próximo de Ayuda a la Iglesia Necesitada, Andrzej Halemba. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Ayuda a la Iglesia Necesitada.

POR LAS CALLES DE QARAQOSH.

Más de 500 familias cristianas, unas 2.500 personas, celebraron el regreso a sus hogares de la Llanura de Nínive en Irak, con una procesión por las calles de Qaraqosh, el 10 de septiembre. La procesión iba encabezada por sacerdotes que llevaban en alto crucifijos, protegidos por personal de seguridad en vehículos blindados, mientras los fieles portaban ramas de olivos y entonaron himnos en arameo, lengua de Jesús. 

El sacerdote y coordinador de proyectos en Oriente Próximo de Ayuda a la Iglesia Necesitada, Andrzej Halemba, pidió durante la Misa que celebró en la iglesia siro-católica de la Inmaculada Concepción, que fue profanada e incendiada por el Estado Islámico, perdonar a los que los habían expulsado de sus hogares y atacado en sus pueblos y ciudades.

"Claro que lloramos cuando vemos la violencia que ha sido perpetrada, pero debemos alejar la ira de nuestros corazones. En nuestros corazones no debería haber lugar para el odio; debemos reconciliarnos con nuestros vecinos", aseguró Halemba, que organizó las ceremonias junto con el clero local, donde distribuyó olivos, que simbolizan el regreso de los cristianos irakíes a sus raíces.