Conferencia Episcopal Argentina condena amenazas de narcotraficantes contra sacerdote de Quilmes

La Comisión Nacional de Adicciones y Drogadependencia de la Conferencia Episcopal Argentina repudió "las acciones intimidatorias" que recibió el sacerdote de la parroquia Espíritu Santo, que es su delegado episcopal en la Diócesis de Quilmes, Jorge Cloro, por su labor pastoral con los jóvenes del barrio IAPI, una villa de emergencia de la localidad bonaerense de Bernal.

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.

INDICÓ QUE LO ACOMPAÑAN CON ORACIÓN Y CERCANÍA.

La Comisión Nacional de Adicciones y Drogadependencia de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) condenó en un comunicado las amenazas, que recibió de narcotraficantes, el sacerdote de la parroquia Espíritu Santo y su delegado episcopal en la Diócesis de Quilmes, Jorge Cloro, para que termine con su tarea pastoral entre los jóvenes del barrio IAPI, una villa de emergencia de la localidad bonaerense de Bernal.

El organismo repudió "las acciones intimidatorias" que recibió el presbítero Cloro por su labor para evitar que los jóvenes caigan en redes del narcotráfico y asistir a otros con problemas de drogas, e indicó que lo acompañan "con la oración y la cercanía". La Pastoral de Adicciones y Drogadependencia diocesana y Caritas Quilmes precisaron que las amenazas llegaron tras una actividad recreativa de prevención con jóvenes en situación de vulnerabilidad social en la comunidad San Francisco de Asís, perteneciente a la parroquia Espíritu Santo, el 26 de agosto. Tres dìas después, dos personas en moto interceptaron a un representante de la parroquia y le dejaron un mensaje para el sacerdote.

"No se metan con la calle. Decile al cura que sólo haga Misa", amenazaron los desconocidos. Ese mismo día, cuando el Padre Cloro salió de su casa, tras llegar a la avenida Pasco y Camino General Belgrano se le reventaron tres cubiertas de su auto. Las ruedas estaban acuchilladas. Tras el hecho, el obispo de Quilmes, Carlos José Tissera, afirmó que acompañará públicamente al sacerdote.