Cardenal Sarah: «Los mártires de la Vendée nos enseñan el sentido del perdón y la misericordia»

El prefecto de la Congregación del Culto Divino, Robert Sarah, indicó que los mártires "frente al odio sólo presentaban su rosario, su oración y el Sagrado Corazón bordado en su pecho". Denunció que "los ideólogos de la revolución pretenden destruir la familia", dado que ellas "son hoy como otras Vendées a las que hay que exterminar". "Se burlan de las familias cristianas porque ellas encarnan todo lo que ellos odian", aseveró. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Gaudium Press.

700 ANIVERARIO DE DIÓCESIS FRANCESA.

Twitter RCF Vendée.

El cardenal y prefecto de la Congregación del Culto Divino, Robert Sarah, reflexionó que "los mártires de la Vendée nos enseñan el sentido del perdón y la misericordia", al recordar que frente a "la persecución, ante el odio, guardaron en el corazón el deseo de la paz y el perdón" y es por ello que "necesitamos aprender el sentido de la generosidad y el don gratuito", durante la homilía de las celebraciones del 700 aniversario de las diócesis de Luçon y Maillezais, en Francia. 

"¡Frente al odio de las columnas infernales, sólo presentaban su rosario, su oración y el Sagrado Corazón bordado en su pecho! Sepamos enfrentar el odio sin resentimiento y sin acritud. ¡Somos el ejército del Corazón de Jesús y como él queremos estar llenos de dulzura!", exhortó, al denunciar que hoy "los ideólogos de la revolución pretenden destruir la familia". "La ideología de género, el desprecio de la fecundidad y de la fidelidad son los nuevos slogans de esta revolución. Las familias son hoy como otras Vendées a las que hay que exterminar", lamentó.

"Estos nuevos revolucionarios se inquietan frente a la generosidad de las familias numerosas. Se burlan de las familias cristianas porque ellas encarnan todo lo que ellos odian", aseveró. Frente a ello, pidió "en el corazón de cada familia, de cada cristiano, de cada hombre de buena voluntad, debe librarse una 'Vendée interior'". "Es tiempo de rebelarnos contra el ateísmo práctico que asfixia nuestras vidas. ¡Oremos en familia, pongamos a Dios en primer lugar! ¡Un cristiano que no reza, que no sabe dejar sitio a Dios a través del silencio y la adoración, acaba muriendo!", indicó Sarah.