Asesinan a joven mendocina embarazada en ritual umbanda en Neuquén

Fernanda Pereyra, de 26 años, fue asesinada, tras un ritual satánico, en el que involucraron a 'San La Muerte', la devoción de narcotraficantes, y a 'Destranca Rua', entidad relacionada con un culto sincretista de origen angoleño. En el descampado de la ruta 6 en el kilómetro 6, a la altura de la ciudad de Rincón de los Sauces, entre matorrales, maderas y gomas, quemaron a la embarazada de 6 meses. 

Fuente: InfoCatólica.

SATANISMO, NARCOTRÁFICO Y VIOLENCIA.

La joven embarazada Fernanda Pereyra, de 26 años, oriunda de Mendoza, fue asesinada en la ciudad de Rincón de los Sauces, en la provincia de Neuquén, luego de ser víctima, según determinaron los peritos, de un extraño ritual satánico, en el que se involucró a 'San La Muerte', devoción de narcotraficantes, y a 'Destranca Rua', entidad relacionada con el kimbanda, un culto sincretista de origen angoleño. Su cadáver quedó reducido a cenizas tras ser quemada en un descampado, el 20 de julio pasado. El hecho fue relatado por el periodista Claudio Andrade en Clarín. 

Los investigadores precisaron que el lugar donde fue calcinada la víctima se trata de un gesto cruel y morboso dedicado al 666, el número bíblico de 'La Bestia', dado que el descampado donde Pereyra, embarazada de 6 meses, fue hallada que está en el kilómetro 6 de la ruta 6. Por el asesinato fueron detenidos su ex pareja, Luciano Hernández, y dos amigos de él, Osvaldo Castillo y Diego Marillán, quienes tienen seis meses de prisión preventiva. Los tres acusados están relacionados con el tráfico de drogas en la zona, y practican satanismo y otras creencias de origen africano. En el lugar donde vivían los sospechosos -que tienen tatuajes de tridentes y mujeres en llamas- descubrieron música satánica e imágenes del 'Diablo'. 

Según la investigación de los fiscales Agustín García y Fabián Flores, los tres acusados subieron a Pereyra a una camioneta y la acuchillaron. El vehículo fue lavado, pero la Policía detectó sangre y cabellos de Pereyra. En el descampado, ubicaron el cuerpo de la embarazada entre matorrales, maderas y gomas, y lo quemaron. Antes de cometer el homicidio habrían participado de un ritual satánico. Además, Pereyra, madre de tres niños, vivía en medio de una pesadilla. En 2014, su anterior pareja que es boxeador la golpeó ferozmente cuando retiraba dinero de un cajero, por lo que fue detenido, pero quedó en libertad. En noviembre de 2016, la joven fue testigo de un crimen relacionado con el narcotráfico, por lo que vivía amenazada.