Macron: «Al asesinar al padre Hamel, los terroristas pensarían que incitarían a los católicos de Francia a vengarse, pero fracasaron»

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, aseguró que "el martirio del padre Hamel no fue en vano; un año después, podemos comprender su sentido", dado que "nos ha hecho más fieles a lo que somos". "Doy las gracias a la Iglesia por haber encontrado en su fe y en sus oraciones el poder del perdón. Los asesinos han establecido un vínculo de unión entre los franceses: el rostro de Jacques Hamel, que niega toda arrogancia terrorista", destacó el mandatario. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Agencias.

EN EL PRIMER ANIVERSARIO DE SU ASESINATO EN MANOS DE ISLAMISTAS.

AFP.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, afirmó que "al asesinar al padre Jacques Hamel a los pies del altar, los dos terroristas probablemente pensarían que incitarían a los católicos de Francia a vengarse, pero fracasaron", en el homenaje por el primer aniversario del sacerdote anciano, que fue degollado por el Estado Islámico en el altar de la iglesia de Saint Etienne-du-Rouvray, el 26 de julio. Hubo una Misa presidida por el arzobispo de Rouen, Dominique Lebrun, y descubrieron una placa en memoria del presbítero. 

"El martirio del padre Hamel no fue en vano; un año después, podemos comprender su sentido. Nos ha hecho más fieles a lo que somos, más fieles a aquello contra lo que querían disparar. No vamos a dar marcha atrás. Doy las gracias a la Iglesia por haber encontrado en su fe y en sus oraciones el poder del perdón", aseguró el mandatario, quien recordó que "en el corazón de nuestras leyes y nuestros códigos, hay una parte que no es negociable y me atrevo a decir que es sagrada: la vida de los demás, es lo que nos hace humanos".

Sostuvo que "al profanar a una persona, profanar la iglesia y, por tanto a su fe, los asesinos han establecido un vínculo de unión entre los franceses: el rostro de Jacques Hamel, que niega toda arrogancia terrorista". Indicó que "la humilde vida" de Hamel "ofreciéndola por los demás" llevó a los franceses a reconocerse en él. El arzobispo Lebrun reflexionó que "su muerte inspiró vida". "Hombres y mujeres buscan nuevos caminos a través de él. Buscan descubrir al padre Jacques Hamel en su vida", precisó. El templo donde fue masacrado el religioso se convirtió en un lugar de peregrinación para cristianos y musulmanes.