Los cuatro cardenales que plantearon las dubia solicitaron una audiencia a Francisco

El cardenal Carlo Caffarra, en su nombre y en el de los cardenales Walter Brandmüller, Joachim Meisner y Raymond Burke, indicó que "el peso" de su responsabilidad y conciencia los "obliga a solicitar humilde y respetuosamente una audiencia", en una carta, escrita el 25 de abril, y entregada en mano al Pontífice, el 6 de mayo pasado. "Han aparecido numerosas declaraciones de obispos, cardenales e incluso conferencias episcopales que aprueban lo que el Magisterio de la Iglesia nunca ha aprobado", lamentó Caffarra. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Agencias.

AÚN NO TIENEN RESPUESTA SOBRE 'AMORIS LAETITIA'.

El cardenal Carlo Caffarra, en su nombre y en el de los cardenales Walter Brandmüller, Joachim Meisner y Raymond Burke, solicitó a Francisco una audiencia para tratar personalmente algunos puntos sobre la Exhortación Apostólica 'Amoris Laetitia', en una carta que fue escrita el 25 de abril, en la Fiesta de San Marcos Evangelista, y entregada en mano al Pontífice, el 6 de mayo pasado. Las dubia planteadas por los miembros del Colegio Cardenalicio, que recibieron el apoyo de otros cardenales, obispos y sacerdotes, no fueron respondidas después de ocho meses de su presentación. 

Caffarra indicó que "habiendo recibido ninguna respuesta de Vuestra Santidad, hemos tomado la decisión de pedirle respetuosa y humildemente una audiencia, si le parece bien a Vuestra Santidad", frente a la confusión que se generó en la Iglesia con respecto a la doctrina sobre los sacramentos del Matrimonio y la Eucaristía por Amoris Laetitia. "No compartimos ni de la forma más mínima la postura de quienes consideran vacante la Sede de Pedro, ni tampoco aquella que quiere atribuir a otros la indivisible responsabilidad de la misión petrina. Nos mueve solo la conciencia de la responsabilidad grave de la 'tarea' cardenalicia: ser consejeros del Sucesor de Pedro en su ministerio soberano", argumentó. 

"Han aparecido numerosas declaraciones de obispos, cardenales e incluso conferencias episcopales que aprueban lo que el Magisterio de la Iglesia nunca ha aprobado: no sólo el acceso a la Eucaristía por parte de aquellos que objetiva y públicamente viven en una situación de pecado grave y tienen la intención de permanecer en ella, sino también una concepción de la conciencia moral contraria a la Tradición de la Iglesia. De este modo, sucede -¡Qué doloroso es ver esto!- que lo que es pecado en Polonia se considera bueno en Alemania y que lo que está prohibido en la archidiócesis de Filadelfia se permite en Malta. Frente a esta grave situación, en la que muchas comunidades cristianas se ven divididas, sentimos el peso de nuestra responsabilidad y nuestra conciencia nos obliga a solicitar humilde y respetuosamente una audiencia", explicó el cardenal italiano.