Francisco: «La Virgen Madre nos previno y advirtió sobre el peligro del infierno»

El Papa declaró santos a Jacinta y Francisco Marto, dos de los tres pastorcitos a quienes se les apareció la Virgen hace 100 años en Portugal. "Fátima es sobre todo este manto de Luz que nos cubre, tanto aquí como en cualquier otra parte de la tierra, cuando nos refugiamos bajo la protección de la Virgen Madre para pedirle, como enseña la Salve Regina , 'muéstranos a Jesús'", reflexionó el Pontífice. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Agencias.

CANONIZÓ A LOS PASTORCITOS DE FÁTIMA.

Francisco afirmó que "la Virgen presagiando y advirtiéndonos sobre el riesgo del infierno al cual conduce una vida, a menudo propuesta e impuesta, sin Dios y que profana a Dios en sus creaturas, vino a recordarnos que la luz de Dios demora en nosotros y nos cubre", durante la homilía de la canonización de Jacinta y Francisco Marto, dos de los tres pastorcitos de Fátima, a la que asistieron casi 1.000.000 de personas, el 13 de mayo, durante el 100 aniversario de las apariciones. 

"Según las palabras de Lucía, los tres privilegiados se encontraban dentro de la Luz de Dios que la Virgen irradiaba. Ella los rodeaba con el manto de Luz que Dios le había dado. Según el creer y el sentir de muchos peregrinos -por no decir de todos-, Fátima es sobre todo este manto de Luz que nos cubre, tanto aquí como en cualquier otra parte de la tierra, cuando nos refugiamos bajo la protección de la Virgen Madre para pedirle, como enseña la Salve Regina , 'muéstranos a Jesús'", reflexionó el Pontífice. 

El Papa recordó a los peregrinos que "tenemos una Madre" y que "aferrándonos a ella como hijos, vivamos de la esperanza que se apoya en Jesús, porque, como hemos escuchado en la segunda lectura, 'los que reciben a raudales el don gratuito de la justificación reinarán en la vida gracias a uno solo, Jesucristo'". "Cuando Jesús subió al cielo, llevó junto al Padre celeste a nuestra humanidad que había asumido en el seno de la Virgen, y que nunca dejará. Como un ancla, fijemos nuestra esperanza en esa humanidad colocada en el cielo a la derecha del Padre. Que esta esperanza sea el impulso de nuestra vida. Una esperanza que nos sostenga siempre, hasta el último suspiro", sostuvo.