Francisco: «Nuestro camino ecuménico crece de manera misteriosa gracias al ecumenismo de la sangre»

El Papa ratificó que "aun recientemente, por desgracia, la sangre inocente de fieles indefensos ha sido derramada cruelmente: su sangre inocente nos une". "Fortalecidos por su testimonio, esforcémonos en oponernos a la violencia predicando y sembrando el bien, manteniendo la unidad, rezando para que los muchos sacrificios abran el camino a un futuro de comunión plena entre nosotros y de paz para todos", exhortó. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.

AL PATRIARCA COPTO ORTODOXO TAWADROS II.

Francisco aseguró al Patriarca de la Iglesia Copta Ortodoxa, Tawadros II, que el camino ecuménico de ambas iglesias «crece de manera misteriosa y sin duda actual, gracias a un verdadero y propio ecumenismo de la sangre«, al citar que «san Juan escribe que Jesús vino ‘con agua y sangre’; quien cree en él, ‘vence al mundo'», en su visita al líder copto ortodoxo, durante su viaje a Egipto, el 28 de abril pasado. 

El Papa recordó que san Juan Pablo II hace 17 años atrás en el país, indicó que «nuestra comunión en el único Señor Jesucristo, en el único Espíritu Santo y en el único bautismo, ya representa una realidad profunda y fundamental». «No sólo existe un ecumenismo realizado con gestos, palabras y esfuerzo, sino también una comunión ya efectiva, que crece cada día en la relación viva con Jesús, se fundamenta en la fe profesada y se basa en nuestro Bautismo. Con agua y sangre: viviendo una vida nueva en nuestro mismo Bautismo, una vida de amor, siempre y por todos, también a costa de derramar la sangre«, argumentó. 

«Cuántos mártires, desde los primeros siglos del Cristianismo, han vivido la fe de manera heroica y hasta el final, prefiriendo derramar su sangre antes que renegar del Señor y ceder a la tentación de responder al mal con el mal. Así lo testimonia el Martirologio de la Iglesia Copta. Aun recientemente, por desgracia, la sangre inocente de fieles indefensos ha sido derramada cruelmente: su sangre inocente nos une. Fortalecidos por su testimonio, esforcémonos en oponernos a la violencia predicando y sembrando el bien, manteniendo la unidad, rezando para que los muchos sacrificios abran el camino a un futuro de comunión plena entre nosotros y de paz para todos», afirmó el Pontífice.