Obispo de México denuncia que es perseguido y calumniado por el Gobierno de Morelos

El obispo de Cuernavaca, Ramón Castro, aseveró que es calumniado por el gobernador de Morelos, Graco Ramírez. "Hay violencia, inseguridad, secuestros, extorsiones, mucha corrupción. Empecé a hablar de esto, supliqué que ojalá pudiéramos tener un estado mejor. Me acusaron de robo de arte sacro, de ser protector de pedófilos, nada de eso tiene fundamento. El año pasado dañaron con una navaja el neumático izquierdo de mi automóvil; si no nos dábamos cuenta, bien podría haber explotado en una carretera", indicó. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Vatican Insider.

TRAS REVELAR CLIMA DE INSEGURIDAD POR EL CRIMEN ORGANIZADO.

El obispo de Cuernavaca, Ramón Castro, reveló que padece actos de intimidación y amedrentamiento por parte del Gobierno de Morelos, a cargo de Graco Ramírez, tras denunciar el desgobierno, la corrupción, la inseguridad y el crimen organizado en su diócesis, de la que está al frente desde 2013. Indicó que el desencuentro entre ambos comenzó después de que el prelado aseguró que iba a "defender a la familia, a la vida", luego una reunión donde el dirigente le advirtió que permitiría el aborto y el gaymonio. 

"Cuando inicié mis visitas al Estado, me di cuenta de una realidad muy triste. Hay violencia, inseguridad, secuestros, extorsiones, mucha corrupción. Empecé a hablar de esto, supliqué que ojalá pudiéramos tener un estado mejor. Para canalizar el ánimo del pueblo organizamos una caminata por la paz: un momento de oración, de reflexión, de adoración al santísimo. En la primera ocasión asistieron cerca de 20.000 personas y eso no gustó mucho al gobierno. Entonces vino una especie de persecución. Me acusaron de robo de arte sacro, de ser protector de pedófilos, nada de eso tiene fundamento. El año pasado dañaron con una navaja el neumático izquierdo de mi automóvil; si no nos dábamos cuenta, bien podría haber explotado en una carretera", aseveró Castro. 

El prelado indicó que Ramírez lo "acusó de haber desviado dos millones de pesos de la catedral, y de recibir otros millones del santuario". Recordó que el gobernador es sobrino-nieto de Tomás Garrido Canabal, quien en los años 30 del siglo pasado fue un gran perseguidor de la Iglesia, dado que destruyó todos los templos de Tabasco y algunas personas ancianas recuerdan cómo arrastró con su caballo una imagen de Nuestra Señora de Guadalupe. Por otro lado, afirmó que "mucha gente no denuncia los secuestros o delitos que padecen, por miedo a que les maten a sus familiares o amigos". "No denuncian, pero a nosotros nos piden oración. En algunas parroquias celebran hasta tres funerales al día de asesinados, descuartizados, mutilados que no aparecen en las noticias. Ante este dolor de mi pueblo no puedo callarme", aseguró.