Obispo Buenanueva: «El hombre moderno tiende a verse con autosuficiencia, y se cierra a Dios y a los demás»

El obispo de San Francisco, Sergio Buenanueva, indicó que "Jesús entró a la prueba suprema de la Pasión para arrancar al hombre del poder seductor y destructor del pecado". "Cuando oramos al Padre en medio de la tentación suprema de perder la fe, nos dejamos alcanzar por el Espíritu del Señor. Él entra en nuestro combate y, con nosotros y en nosotros, vence la tentación", reflexionó el prelado. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.

"EL PECADO AISLA AL HOMBRE Y LO ENCIERRA EN SU SOLEDAD".

El obispo de San Francisco, Sergio Buenanueva, afirmó que "la vida de todo ser humano está siempre amenazada por esa oscuridad inexplicable que es el mal", de modo particular por "el peso del egoísmo que ha herido al mismo corazón humano", al centrarse en la frase 'no nos dejes caer en la tentación', durante su reflexión sobre el Padrenuestro. 

El prelado indicó que "el hombre siempre está amenazado por la fuerza deshumanizante del pecado que, como su fruto más perverso, logra que el ser humano desconfíe de Dios y, así, se frustre a sí mismo, perdiendo su libertad, su alegría y su vida". Recordó que "el pecado aísla al hombre y lo encierra en su soledad", y que frente a ello "Jesús nos enseña que, cuando llega la hora de la tentación, hemos de ponernos más radicalmente en las manos del Padre". "El hombre moderno tiende a verse a sí mismo con autosuficiencia, como un ser solitario que se basta a sí mismo, y se cierra a Dios y a los demás. Jesús entró a la prueba suprema de la Pasión para arrancar al hombre del poder seductor y destructor del pecado que nos lleva a la soledad extrema y definitiva. Cuando oramos al Padre en medio de la tentación suprema de perder la fe, nos dejamos alcanzar por el Espíritu del Señor. Él entra en nuestro combate y, con nosotros y en nosotros, vence la tentación. Ese es el poder de la oración", indicó.